Por José Luis Ortiz Gúell
La alta cocina y el mundo gourmet, saludable y divertido tiene la magia de
convertir los ingredientes tradicionales y comunes en algo diferente y que
desde la calidad llega a afectar a todos los sentidos. Ambas se sustentan,
especialmente en productos de primera calidad.
Vivimos en un momento en el que la tendencia alimentaria se convierte en
moda y como, nosotros los consumidores, tenemos motivos suficientes para
partir de productos sencillos y básicos y lograr auténticas maravillas.
Eso ha llegado también a las palomitas de maíz, que nos recuerdan hermosas
horas de emociones en el cine o en los conciertos. Quizás sea el momento de
recordar que este producto milenario fue el americano Charles Cretors, allá por
allá del 1885, popularizo y la magia del cine lo convirtió en imprescindible en el
mundo de la emoción, la juventud y hasta del amor.
Ahora este “snack” se ha incluido en ese maravilloso y mágico mundo gourmet.
Para ello se utiliza el maíz tipos “mushroom”, no modificado genéticamente, un
complemento perfecto para aquellos que son intolerantes al gluten o sufren
enfermedades celíacas porque no contiene gluten.
Este se selecciona minuciosamente, se tuesta al aire y con el mejor aceite de oliva y
se recubre con ingredientes dulces y salados de primera calidad manipulados
por chefs, como pueden ser chocolate belga, canela, chistorra, queso azul,
café, cereza, violeta, pantera rosa, o de turrón, especialmente ideal para la
festividad de Navidad, entre muchas de sus variedades.
Cada vez son más las convecciones o reuniones sociales las que las utilizan en
lugar del tradicional ágape, hasta ahora conocido.
El arte gourmet que encierra la popular palomita de maíz snack es una
experiencia irresistible. Es un lujo para los sentidos desde el momento mismo
en que se abre la bolsa, emitiendo aquel inconfundible aroma a palomitas que
despierta en nosotros la fantasía, la exclusividad y lo mágico que está a punto
de experimentar. La emoción de disfrutar de este delicioso y fabuloso snack ya
empieza al ver las diferentes y variadas tonalidades que posee y la diversión
aumenta al ver qué sabe cada una.
Es un arte culinario nada común, ya que cada bolsa es única, elaborada con
cuidado y excelentes ingredientes para entregar un despliegue gastronómico
de gran nivel. Los maestros productores crean combinaciones profesionales,
extrañas y a menudo divertidas para satisfacer los gustos más exigentes.
No hay nada mejor para cuatro amigos que compartir una buena charla
mientras saborean esta maravillosa exquisitez y no tendrás mejor opción para
una noche con películas que la contundente explosión del clásico snack.
Es la mejor manera de crear momentos únicos y sin duda, llenos de emociones
y recuerdos inolvidables. Si estás buscando algo fuera del típico, es la opción
ideal para cualquier situación. ¡Disponible en diferentes sabores gourmet!
¡Date un gustazo con el Arte Gourmet de la palomita de autor! ¡Prepárate para
la diversión, el sabor, la magia y el placer gourmet de la tradicional palomita!
Ahora las palomitas pueden ofrecer sabores únicos y aromas irresistibles con
una presentación sofisticada y magia visual.
Ahora cada paquete de palomitas nos puede transportar al mundo de la
fantasía y convertir en algo único nuestra privacidad con experiencias
inmersivas asombrando a amigos y familia. Ha llegado el momento de darnos
ese gusto y vivir el arte gourmet.
En este caso hay que hacer referencia a una empresa aragonesa y española
que nació en un garaje y que tras seis años se ha extendido a Andorra, Francia
y Suiza y que ha sido nombrada hasta en la mismísima y prestigiosa revista
americana Cosmopolitan asimilándola a Moët & Chandon, al atún rojo a al
mismísimo caviar iraní y se llama Popit ( https://popit.es/ ).