Transportar cada arroba (25 libras) del grano ahora les cuesta entre $1.800 y $2.000. En el 2022 les costaba $1.500
El constante aumento en el precio del galón de gasolina corriente que estableció el Gobierno de Gustavo Petro para contrarrestar el déficit de $30 billones del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc) tiene contra las cuerdas a uno de los sector más productivos del país, el cafetero.
Así lo señalaron cultivadores del Eje Cafetero, quienes aseguraron que dicho aumento, que, para agosto, por ejemplo, fue de $600, no permite la estabilización del sector en medio de la contingencia.
El presidente del Comité de Cafeteros de Risaralda, James William Montes, indicó que el año pasado vendían café a más de $230.000 y pagaban $1.500 por el transporte de cada arroba (bulto de 25 libras), pero hoy la arroba la venden a $125.000 y el transporte les cuesta entre $1.800 y $2.000.
“El incremento constante de la gasolina ha afectado gravemente a los campesinos y productores, ya que el alto precio del transporte se suma al de los insumos de producción y hace que sus ganancias sean casi nulas. Estamos en pleno mes de agosto, conocido por la gran producción cafetera que se da en esta región para esta época del año, pero no pinta nada bien pues siguen aumentando los costos y disminuyendo las ganancias”, afirmó Montes a El Diario de Pereira.
A la denuncia de Montes se suma la denuncia que hizo por medio de una carta a mano Segundo Salvador Rojas González, minifundista caficultor de la vereda Diamante Alto, del municipio de La Celia (Risaralda), donde se anuncia la mayor crisis cafetera de la historia y plasma el sentimiento de miles de cultivadores.
El texto lo dio a conocer el analista económico, político e internacional Aurelio Suárez por medio de una columna de opinión para Semana titulada “Los pequeños caficultores se van a arruinar. Esta carta lo advierte”.
Qué dice la carta
La carta dice que hoy se encuentra sometido a la extrema pobreza y esclavitud; obra de las “potencias” que lanzan las lluvias de pestes sobre los cultivos, para luego incrementar el costo de los insumos y venenos.
“(…) posteriormente, llega la rebaja en los precios para nuestro café (…), pero los insumos sí seguirán conservando el precio actual, maniobra que injustamente nos desfavorece, pero sí favorece a las grandes industrias y multinacionales que le sacan el jugo al tratado de libre comercio”, recalcó.
En la misma, hace un llamado al presidente de la República, Gustavo Petro, al gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Germán Bahamón Jaramillo, y al gremio para que se unan y les brinden una solución a esta problemática que los agobia. Además, que los eligieron para que velen por su bienestar y desarrollo en cada uno de los hogares cafeteros.
“Estas políticas mercantiles están devastando nuestro gremio y nos están obligando a vivir de la mendicidad y la limosna, además de forzar a nuestros hijos a crecer sin oportunidades. Nos rehusamos a creer que el 27 de junio de 1927 Ospina Pérez (Mariano) y sus 31 compañeros hubiesen fracasado creando la Federación de Cafeteros para que a los 96 años nuestro gremio tenga que cargar con esta situación tan adversa y abrumadora situación”, expresó.
El pequeño cafetero manifestó que la solución no radica en comprarles millones de sacos de basura a las grandes multinacionales para mezclarlas con el café.
De igual manera, enfatizó que si en verdad comprenden y asumen la responsabilidad del caso estarán de acuerdo con que la solución es que se pueda entregar café con la mejor calidad para sostener los mejores y así proteger la economía.
En dicha columna, Suárez alerta que esta es la situación de minifundistas, medianos y empresarios cultivadores, tanto de los 495.185 con menos de tres hectáreas, como de los 55.000 restantes, los que elaboran entre tres y cuatro sacos de cada diez producidos.
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