Merecían fiesta y fue un emotivo y respetuoso homenaje. Las jugadoras de la Selección Colombia femenina fueron las homenajeadas en el Movistar Arena de Bogotá, entre gritos, aplausos, coros y bienvenidas de unas 3.000 personas que querían estar cerca, verlas de cerca, conocerlas y recordar en multitud los goles y las emociones de este equipo en un Mundial femenino inolvidable, en el que alcanzó los cuartos de final.
20 guerreras fueron subiendo al estrado de las homenajeadas. Llegaron vestidas de sudadera negra, sonrientes, emocionadas y agradecidas por el feliz recibimiento. Hacia las 5:15 p. m., empezó la presentación, una a una, y ahí se desató la algarabía de los miles de asistentes que llegaron al escenario con sus camisetas amarillas y sus pancartas que decían “gracias”. La primera en aparecer fue la portera Catalina Pérez, que muy sonriente agitó sus manos y saludó a los asistentes, mientras era ovacionada.
Otras de las jugadoras coreadas con furor fueron Manuela Vanegas, gran figura en el Mundial, autora de un golazo contra Alemania, así como la capitana Catalina Usme o la infatigable Daniela Montoya, que marcó la diferencia al lucir un gorro pesquero de llamativo color rojo.
Linda Caicedo fue una de las ausentes, como se fue a unirse a su equipo el Real Madrid, no pudo estar, pero cuando su foto apareció en una pantalla se desató la locura. Su ausencia física no fue ausencia emocional. El público le gritó como si la vieran en la cancha haciendo sus malabares con la pelota. El último grupo en pasar al frente fue el cuerpo técnico liderado por Nelson Abadía, que llegó acompañado de sus asistentes, médicos y utileros.
El momento más emotivo se vivió cuando apareció en la pantalla una foto de Jorelyn Carabalí, la otra ausente por la muerte el lunes de su hermano Andrés, en Cali. Entonces no hubo tanta gritería, más bien hubo un respetuoso silencio. Luego se proyectó un video homenaje a ella y a su familia, conmovedor y que sacó lágrimas entre sus compañeras.
Daniela Arias se animó y tomó el micrófono para pedir un mensaje colectivo por Carabalí: “¡Estamos contigo, Jore!”, pidió al público que gritara con todas sus fuerzas, y todos gritaron: “¡Estamos contigo, Jore!”, fue un grito duro, como para ser escuchado a la distancia por la jugadora en luto. Jorelyn, junto a Daniela Caracas, la otra ausente, vivieron el homenaje conectadas desde un celular.
“Bienvenidos #El corazón de Bogotá”, decía en letras azules sobre una pantalla con la bandera tricolor de Colombia. Detrás de ella se ubicaron todas las jugadoras que no pararon de aplaudir. Desde allí vieron un video que retrató los mejores momentos del Mundial, cada hazaña, cada gestas. Luego Usme tomó la palabra: “Es un día muy especial, la gente ha marcado un papel importante, sentimos mucha energía, nos sentíamos como en casa… hemos vivido mes y medio de ensueño”, dijo. “Oe oe oe oe, Cata, Cata”, respondió el público. Luego, “sí se pudo, sí se pudo”.
El homenaje terminó con la interpretación musical del grupo Sin ánimo de lucro, que hizo vibrar a los asistentes, no tanto a las jugadoras que cansadas por el viaje y de luto prefirieron la compostura.
ELTIEMPO