Desde el martes, los amantes del cine documental tendrán la oportunidad de sumergirse en una amplia gama de buenas historias. Infobae Cultura dialogó con Carmen Guarini, directora del festival
La esperada vigesimotercera edición de la Muestra Internacional de Cine Documental de Buenos Aires llega con una programación muy completa, y se realizará del 22 al 27 de agosto en la ciudad de Buenos Aires. Las sedes elegidas para proyectar son la Sala Leopoldo Lugones, ubicada en el Complejo Teatral San Martín (Avenida Corrientes 1530, CABA), y la Sala Mario Soffici, en el edificio de la DAC (Vera 559, CABA).
Esta año, el festival promete explorar una amplia gama de temas, desde historias personales conmovedoras hasta cuestiones sociales y ambientales. En sintonía con los avances tecnológicos y la creciente demanda de accesibilidad de su programación, DocBuenosAires ha dado un paso audaz y algunas de las películas más destacadas se podrán ver en todo el país a través de su sitio web oficial. Esta iniciativa permitirá aumentar el número de audiencia y darle una importante pantalla a estas producciones, proporcionando una experiencia cinematográfica enriquecedora sin importar su ubicación geográfica.
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La película de apertura, en calidad de estreno latinoamericano, es La Terminal, dirigida por Gustavo Fontán. En esta obra, Fontán elige explorar la vida cotidiana en la terminal de La Falda a lo largo de tres días, capturando la experiencia de espera y el tiempo suspendido que caracterizan este lugar de paso. La película se convierte en un retrato de la rutina y los momentos insignificantes que conforman la vida de las personas.
“Onde Fica Esta Rua? Ou Sem Antes Nem Depois”, de João Rui Guerra da Mata y João Pedro Rodrigues
Por otra parte, la película de clausura, Onde Fica Esta Rua? Ou Sem Antes Nem Depois, es una colaboración entre João Rui Guerra da Mata y João Pedro Rodrigues. Esta película invita a los espectadores a explorar locaciones icónicas de la película Os Verdes Anos, de Paulo Rocha, y reflexiona sobre la memoria cinematográfica y el paso del tiempo. A través del lente de la película original y los acontecimientos recientes en Lisboa, los cineastas tejen una narrativa que trasciende la realidad y la ficción.
La programación se organiza en secciones temáticas que abarcan diversos aspectos de la realidad y la experiencia humana: “A propósito de lo real”: presenta una variedad de documentales que exploran lo cotidiano y lo extraordinario. Desde Náufrago, de Martín Farina y Willy Villalobos, una película que reconstruye el pasado de un militante peronista hasta Hemshej, de Julieta Lande, que indaga en la identidad y la historia de una mujer judía, estas películas capturan momentos reveladores yuxtapuestos con las reflexiones de los protagonistas.
Náufrago”, de Martín Farina y Willy Villalobos
“La presencia del pasado”: Aquí se exhiben películas que exploran la relación entre la memoria y la identidad. Sueños de hielo, de Ignacio Agüero, y De chaque instant, de Nicolas Philibert, son ejemplos de cómo los cineastas pueden abordar el pasado a través de lentes diferentes, destacando la complejidad de la construcción de la historia personal y colectiva.
“La política de los autorxs”: En esta sección, se brinda una plataforma para conocer a realizadores destacados y explorar su trabajo. Aquí se destacan la realizadora china Zhang Mengqi, de la que se programaron 10 películas que pertenecen a su serie Self Portraits, producida entre 2011 y 2021, y los directores argentinos Mirko Stopar y Bruno Jorge son protagonistas de esta sección, que ofrece una oportunidad única para adentrarse en la diversidad de voces y perspectivas cinematográficas.
“Sueños de hielo”, de Ignacio Agüero
Además de las proyecciones, la muestra ofrece encuentros y conversaciones con cineastas y expertos. Con el apoyo de la Embajada de Noruega, Mirko Stopar dará una clase magistral llamada “Poética de misterios y de viaje”. Se realizarán otras dos, moderadas por Roger Koza y se desarrollarán en la Sala Mario Soffici-DAC: “Miradas cruzadas o ¿qué ven los cineastas?”, en donde Gustavo Fontán analizará la última película de Ignacio Agüero y viceversa. Dos exponentes del mejor cine latinoamericano entran en diálogo y analizan La terminal y Notas para una película. ¿Qué ven los dos cineastas, cuyas poéticas se definen por la percepción del presente en su devenir y en los misterios de la vida ordinaria?. Por otro lado, se realizará el encuentro “Los retratos del señor Farina”, un diálogo entre Martín Farina y Roger Koza sobre la poética del director. También, tendrá lugar la presentación del libro Cine documental de Nicolás Prividera. A partir de su trayectoria excepcional como realizador documental y docente, Prividera logra transmitir su experiencia de forma amena y con un lenguaje accesible para todo público.
La 23° edición de la Muestra Internacional de Cine Documental de Buenos Aires promete proyectar documentales que exploran la realidad desde diversas perspectivas. Desde la reflexión sobre el pasado hasta la exploración de lo cotidiano, estas películas demuestran la capacidad del cine documental para capturar la esencia de la vida y la sociedad en constante evolución. Con su enfoque en el cambio tecnológico y las nuevas narrativas, continúa siendo un faro de innovación y exploración en el mundo del cine documental. La política de programación pasa por hallar nuevos autores en diálogo con viejos maestros y asimismo elegir películas que estén en consonancia con las incógnitas que se desprenden de los cambios en el registro y montaje digitales.
Infobae Cultura entrevistó a Carmen Guarini, directora general de la muestra para hablar sobre la programación y las novedades que tendrán este año.
—¿Qué tuvieron en cuenta a la hora de pensar la programación y actividades de este año?
—Para comenzar debo destacar las dificultades económicas y la idea de resistencia con las que llevamos adelante este DocBuenosAires en su versión número 23, ya que se trata de un contexto en el que más que nunca tenemos que defender nuestra cultura y los apoyos que el Estado e incluso el Estado francés, posibilitan la actividad cultural en nuestro país. Que no sólo hace a nuestra identidad cultural, sino también a la defensa de la industria del cine y el audiovisual como gestores de trabajo y por ende son un aporte a la economía de este país. Tenemos que entender que en este momento histórico, espacios como este y muchos otros se encuentran amenazados a la posibilidad de seguir existiendo. También debo agregar que es un festival que existe gracias a la generosidad de los autores que son la materia con que todos nutrimos este evento.
Si el festival es posible, es porque los realizadores y realizadoras creen en este espacio de encuentro y difusión. La curaduría, a cargo del crítico Roger Koza, es como cada año, de un gran nivel tanto por la sensibilidad temática de las obras escogidas como por su calidad cinematográfica. Esos son los dos ejes centrales a partir de los cuales cada año se construye el DocBuenosAires.
—¿Qué joyas tendrá esta edición?
—El festival comienza con La terminal, último film de Gustavo Fontan, notable pieza que se detiene a observar uno de esos llamados “no lugares” y su mirada revela, alli donde parece que nada sucede, mundos e historias. Pero sin duda es difícil hablar de “joyas” porque todas y cada una de las películas que fueron seleccionadas ocupan un espacio en la programación por su calidad y porque dicen cosas sobre el estado del mundo. Por otra parte, podemos mencionar algunos nombres (que no implica desmerecer aquellos que no mencionemos aquí) como el director iraquí Abbas Fahdel con su película Turtles of a Purple House, al francés Sylvain George con la magnífica Nuit obscure – Au revoir ici, n’importe où, se destaca la figura del ya conocido director chileno Ignacio Agüero, uno de los invitados internacionales habituales del Doc, con dos obras Notas para una película y Sueños de hielo. Curiosamente, esta última la exhibimos en una de nuestras primeras ediciones y sigue mostrando la misma belleza poética y política.
Una película que es para destacar es la maravillosa A invencao do outro, de Bruno Jorge. Y entre las obras argentinas, además de la pelicula de Fontan, cabe mencionar a Martin Fariña y Willy Villalobos con Náufrago, y a la pelicula Todas esas decisiones, de Juan Ignacio Zevallos y en el cierre The Newest Olds, de Pablo Mazzolo. Pero esta edición cuenta con varias Secciones y tres Retrospectivas donde se van a poder descubrir autores que circulan poco por nuestras pantallas y que traen verdaderamente mundos maravillosos. Por eso mi consejo es descargar nuestro catálogo que estará online y leerlo atentamente. Vale la pena porque cada pelicula tiene su propio análisis realizado por plumas destacadas como la del mismo Roger Koza, pero también Marcela Gamberini y Eduardo Russo.
—DocBuenosAires se destaca por la búsqueda de una igualdad de género en la programación, ¿Qué realizadoras se destacan este año?
—Cuidamos muy especialmente el tema de la presencia de películas de directoras y este año estoy muy contenta que en la selección haya un número que nos acerca a la equidad: 7 directoras con un total de 17 películas. Ellas son las argentinas Julieta Lande, Maite Gattas Vargas, las uruguayas Irina Raffo, Gabriela Guillermo; de Chile Magdalena Carrasco, Francesca Svampa de Italia y un Foco o Retrospectiva sobre la obra de la directora china Zhang Mengqi, de quien se podrá ver completa, tanto en salas como online, su original e innovadora serie de Self Portraits. Se trata de 10 largometrajes realizados entre 2011 y 2021, en los que esta realizadora presenta los retratos de diferentes habitantes de 47KM, su aldea natal, en la ruralidad de la provincia de Hubei, en la China profunda. Su trabajo es imperdible, da cuenta de una gran innovación del cine contemporáneo en su relación con lo real.
—A 15 años de la creación de la vía digital, ¿Qué cambios observás en la realización de documentales en la Argentina?
—La via digital ha sido un logro que vino a consolidar un movimiento del cine documental que comenzó varias décadas antes de su creación. Nuestro mismo festival tiene ya 23 años de existencia. La creación de la misma sirvió para adaptar la producción de documentales a los tiempos de las nuevas tecnologías. Pero las historias que las películas narran son, a mi entender, las mismas que sin esta medida. Crisis sociales, minorías raciales, feminismos, situaciones culturales, cambios políticos, conflictos humanos individuales… en fin, los temas y las películas documentales pueden haber crecido en número, pero el fondo de lo que las imágenes reflejan son constantes, porque es parte de lo humano.
Lo que emerge como consecuencia de las nuevas tecnologías son nuevos formatos que permiten experimentar con el lenguaje. Aparece con más énfasis el cine en primera persona, el cine reflexivo, el cine expandido, el cine ensayo, etc. La VD dio un aumento en la producción audiovisual de documentales (no sólo aquí) y una mayor posibilidad de elaborar otras formas de contar, a veces, las mismas cosas.
—DocBuenosAires significa una importante pantalla para los documentales que siempre es muy cuesta arriba conseguir exhibición, ¿cómo ves esa situación?
—El tema de la exhibición es complejo y en nuestro país faltan, además de pantallas, ventanas para la difusión de documentales. A todo esto se le suma el crecimiento de plataformas… de los teléfonos, de la IA… vaya a saber a qué llamaremos cine documental en el futuro. Mientras tanto, el DocBuenosAires, como dije al inicio, resiste.
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