El presidente de esa corporación, José Félix Lafaurie, volvió a recalcar que se trata de grupos pacíficos y que no hay espacio para los violentos
Después de la polémica que despertó el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, al proponer la creación de brigadas solidarias para protegerse de la invasión de tierras ganaderas y que generó el rechazo del presidente de la República, Gustavo Petro, el directivo explica cómo sería el funcionamiento de estos grupos a los que él ha denominado como pacíficos.
Según comentó Lafaurie, representa un mecanismo de protección al gremio ganadero sin la necesidad de que exista violencia. “Ahora los campesinos tienen ‘guardias’, pero eso no está mal. Los ganaderos creamos ‘Brigadas Solidarias’, como apoyo a la autoridad para que cumpla la ley cuando hay una invasión, pero al mismo tiempo para acompañar a aquel vecino enfrentado al infortunio de esa circunstancia. También tenemos derecho”, expresó el presidente de Fedegán a El Tiempo.
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Según las palabras del directivo, estos grupos no tendrían potestad para usar armas y su único recurso sería el diálogo. Además, servirían de apoyo al Gobierno nacional para solucionar conflictos que tienen que ver con la toma irregular de tierras por parte de los campesinos.
“Simplemente eso, acompañar a la autoridad en el cumplimiento de su deber, con la presencia pacífica. Es una expresión de solidaridad con el vecino ganadero”, comentó Lafaurie, quien también señaló que los comentarios del presidente no se “compadece con la realidad”.
Estos grupos se regirían bajo la premisa de la solidaridad, como sucede ante cualquier acontecimiento en las ciudades, como accidentes o eventos de fuerza mayor, y tampoco interferirían en la autoridad nacional que tendrá la decisión final sobre casos de invasión de tierras privadas por parte de campesinos.
Asimismo, Lafaurie ha repetido en varias ocasiones que las sus palabras han sido malinterpretadas por parte del Gobierno nacional y que en ningún momento Fedegán ha propuesto una ofensiva armada por parte de estos grupos solidarios. El directivo aseguró que es injusto que su propuesta la vinculen al paramilitarismo cuando la misión es acordar la paz.
José Félix también aprovechó para mostrar sus repararos a las iniciativas del Gobierno que estarían relacionados con la movilización campesina y las supuestas expropiaciones exprés, que han causado revuelo en el país después de la publicación hecha por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, de un borrador de decreto “por medio del cual se promueve la movilización y organización campesina por la reforma agraria”.
Según el presidente de Fedegán, estas iniciativas podrían ser malinterpretadas por diferentes sectores y desencadenar problemas más profundos. “Lo que yo creo es que los decretos, que pueden ser pensados con muy buena voluntad, pueden derivar en unas dinámicas no previstas, con consecuencias graves para la población civil”, comentó Lafaurie.
La pelea entre José Félix Lafaurie y Gustavo Petro
En los últimos días, el país conoció una propuesta de Fedegán para crear unas brigadas solidarias que defendieran los derechos de los ganaderos, que fueron tomadas por el presidente de la república como la formación de grupos armados para defender tierras, que sería contrario a la propuesta de paz total propuesta por el Gobierno nacional.
“Fedegán debe aclarar si estos comunicados que llegan a sus afiliados provienen de su dirección. Ni más ni menos son una invitación al paramilitarismo”, fueron las contundentes palabras del primer mandatario. Ante las acusaciones de Petro, rápidamente el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, respondió que su propuesta debía ser tomada de forma pacífica y como un reparo al borrador de decreto que publicó el Ministerio de Agricultura.
Sin embargo, advirtió que dichas iniciativas estarían incitando a los campesinos a tomarse tierras que no le corresponden, escudados en un supuesto apoyo por parte del Gobierno nacional. “Advertir no es provocar. No cuestionamos el derecho del campesino a movilizarse, pero el país conoce en qué puede terminar la movilización, cuando es instrumentalizada por grupos armados que ejercen control en los territorios. El pasado mes de marzo, la movilización en Los Pozos (Caquetá), terminó con un campesino muerto y un policía degollado, y con el secuestro de la fuerza pública”, enfatizó Lafaurie.
Además, señalo que este proyecto de ley es inviable, ya que incitar a la movilización en un contexto de violencia, podría repercutir en más hechos de violencia, a pesar de que la iniciativa siempre ha hablado de una organización pacífica.
INFOBAE