Las emblemáticas figuras de bronce del antioqueño adornan distintas plazas y parques en Colombia y en el extranjero. Conozca sus ubicaciones
El fallecimiento del maestro Fernando Botero a los 91 años el pasado 15 de septiembre ha conmocionado al panorama del arte a nivel mundial. Más allá de las divisiones que causó su obra a lo largo de los años entre defensores y detractores, lo cierto es que el antioqueño marcó una impronta personal con su trabajo que se extendió por más de medio siglo. Su nombre y su producción han trascendido el círculo artístico para ser asimilados por la población general que no tiene dificultad en identificar sus “gordas”.
Hasta la fecha no se ha logrado determinar el total de obras que conforman su acervo, algo que en vida el maestro atribuyó a que había dificultades para catalogar el trabajo de su primera etapa, antes de encontrar el estilo que le terminó por definirle a partir de los años 60. Lo cierto es que desarrolló una intensa actividad a lo largo de su vida en la que, además de su producción pictórica y como dibujante, también fue muy activo como escultor. Y al igual que sus pinturas, estas tienen un sello muy concreto por sus dimensiones y modelados.
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Las figuras de bronce protagonizadas por mujeres, hombres, niños o animales adornan distintas plazas, parques y museos no solo en Colombia, sino en el extranjero. A continuación, un repaso por algunas de las más destacadas apariciones de la obra de Botero alrededor del mundo.
En Estados Unidos
Gracias al impacto y gran cantidad de exposiciones suyas en Norteamérica, Botero ubicó varias esculturas tanto en museos reconocidos como en algunos de los sitios más emblemáticos del país. En el Hirshhorn Museum y su jardín de esculturas en Washington, adjunto al Smithsonian, se encuentran varias de sus obras.
En lo que se refiere a Nueva York, ciudad en la que protagonizó varios de los puntos álgidos de su trayectoria, sus esculturas se pueden encontrar en el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York (Met) y el Museo de Arte Moderno (Moma). También destacan las esculturas de Adán y Eva ubicadas en Columbus Circle, a pocos metros de Central Park.
En Argentina
En Buenos Aires se puede apreciar un torso masculino del antioqueño en el parque Thays. Por su parte, en Mar del Plata se instaló La dama reclinada, ubicada en el centro de la Plaza Cívica de la ciudad.
En Chile
En el Parque Forestal de Santiago, ubicado al frente del Museo de Arte Contemporáneo de la capital chilena, se instaló El Caballo, una de las esculturas más reconocidas de Botero y que se ha convertido en toda una referencia para los santiagueños.
En España
La relación entre Fernando Botero y España fue siempre retroactiva. El antioqueño mostró admiración por la ética de trabajo de Pablo Picasso a lo largo de su vida, y el país ibérico le correspondió organizando y admirando sus exposiciones.
Como testimonio quedaron sus esculturas en el tradicional Paseo de la Castellana de Madrid, el recordado Gato Botero en Barcelona que se instaló con motivos de los Juegos Olímpicos de 1992 que organizó la ciudad, la figura de La Maternidad ubicada en la plaza Escandalera de Oviedo (Asturias), y el Soldado Romano instalado en La Coruña (Galicia).
En Gran Bretaña
En Exchange Square, plaza ubicada en el centro de Londres, se instaló en 1989 la escultura Broadgate Venus.
En Alemania
Además de contar con varias de sus obras pictóricas exhibidas en Nuremberg, Colonia y Munich, se instaló en la localidad de Bamberg (Baviera) la escultura Liegende mit Frucht (Persona acostada con fruta).
En Singapur
La obra de Fernando Botero también ha sido acogida favorablemente en Asia, siendo exhibida en Japón y Rusia en varias oportunidades. Singapur en particular destaca por tener instalado su emblemático Pájaro en el centro de la ciudad.
En Colombia
Naturalmente su país natal tiene la mayoría de las esculturas de Botero adornando espacios públicos en todo el país. La plaza Botero de Medellín tiene 23 de sus esculturas exhibidas. Especialmente destacado es su Pajaro herido, su respuesta a la destrucción al Pajaro de la paz que instaló en la Plaza San Antonio de la capital antioqueña durante un atentado en 1995. En Bogotá hay varios puntos de la ciudad donde se pueden apreciar sus esculturas, incluyendo el Hombre a caballo que da la bienvenida al Parque del Renacimiento, o las figuras que se exhiben en el museo Botero, dedicado a la obra del maestro en la capital del país. Otros puntos del país que tienen sus esculturas incluyen al Parque San Pio de Bucaramanga y la plaza de Santo Domingo de Cartagena.