El sistema ha sido catalogado como “el santo grial de la astrobiología”
En un prometedor avance en la astrobiología, un equipo de científicos desarrolló una técnica revolucionaria que utiliza inteligencia artificial para detectar la presencia de vida extraterrestre con una precisión del 90%. Este logro representa un hito en la búsqueda de respuestas a una de las preguntas más fascinantes de la ciencia: ¿hay vida más allá de la Tierra?
Este método, que fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, ha sido considerado como el “santo grial de la astrobiología” y se basa en la identificación de patrones moleculares en muestras biológicas y abióticas con la ayuda de la IA.
Lo más interesante es que esta técnica desarrollada por investigadores del Instituto Carnegie para la Ciencia en Washington, es puede aplicarse a muestras ya existentes; lo que plantea la posibilidad de que ya tengamos en nuestras manos muestras que podrían contener indicios de vida en otros mundos, como Marte.
De hecho, uno de los aspectos que mas genera expectativa de este avance es su aplicación potencial a las muestras recogidas por el instrumento de Análisis de Muestras en Marte (SAM) del rover Curiosity, que ha estado explorando la superficie marciana durante años; debido a que gracias a esta nuevo sistema, los datos recopilados podrían someterse a una prueba que podría revelar la existencia de vida en el planeta rojo.
Jim Cleaves, del Laboratorio de la Tierra y los Planetas del Instituto Carnegie, destaca la importancia de esta investigación al afirmar que “la búsqueda de vida extraterrestre es uno de los retos más intrigantes de la ciencia moderna”.
Interesantes conclusiones
El estudio arroja múltiples conclusiones que llaman la atención. En primer lugar, señala que la bioquímica de la vida es fundamentalmente distinta de la química orgánica abiótica, lo que implica que será posible diferenciar entre muestras que alguna vez albergaron vida y las que no. Además, la técnica es lo suficientemente versátil como para analizar muestras tanto de Marte como de la Tierra antigua, lo que podría ayudar a desvelar secretos sobre la historia de nuestro propio planeta.
Otro aspecto destacado de esta investigación es su capacidad para identificar formas de vida distintas a las que conocemos en la Tierra. Esto podría tener importantes implicaciones para futuras misiones de astrobiología y expandir nuestra comprensión de la diversidad de la vida en el universo.
Además, lo que diferencia a esta técnica de enfoques anteriores es su capacidad para identificar diferencias sutiles entre los patrones moleculares de las muestras, en lugar de buscar moléculas o compuestos específicos que señalen la vida.
Cuál es el papel de la IA
Para desarrollar y entrenar el sistema de inteligencia artificial detrás de esta técnica, se utilizaron datos de 134 muestras previamente conocidas, lo que permitió al sistema aprender a distinguir entre muestras bióticas y abióticas con una precisión excepcional.
Un aspecto notable es la capacidad de la IA para categorizar las muestras bióticas en “vivas” o “fósiles”. Por ejemplo, puede diferenciar entre una hoja fresca y una que ha estado muerta durante un tiempo, lo que podría ser esencial para determinar la antigüedad de la vida en otros planetas.
Además, uno de los desafíos superados por esta investigación es la degradación de las moléculas orgánicas con el tiempo, un problema que había obstaculizado estudios anteriores en la búsqueda de vida extraterrestre. Sin embargo, esta técnica demuestra ser efectiva incluso con muestras que han experimentado degradación, lo que la convierte en un enfoque prometedor para futuras misiones espaciales.
Robert Hazen, uno de los líderes de la investigación, expresó su entusiasmo por los resultados al afirmar que “este método analítico tiene el potencial de revolucionar la búsqueda de vida extraterrestre y profundizar nuestro entendimiento sobre el origen y química de la vida primordial en la Tierra”.
Este estudio también podría tener implicaciones en la resolución de debates en curso sobre rocas antiguas en la Tierra que podrían contener microbios fósiles. Los investigadores ya están incorporando datos de estas rocas en la herramienta, lo que podría ayudar a arrojar luz sobre uno de los misterios más antiguos de nuestro propio planeta.
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