Pereira, 9 de Octubre de 2023
● En total fueron intervenidos 140 metros de su extensión total, cuyos obreros
trabajaron a profundidades de hasta 17 metros.
Gracias a una inversión conjunta cercana a los $10.400 millones, la Alcaldía, la Diger y
Aguas y Aguas de Pereira adelantaron las obras civiles, para la mitigación de riesgo y
optimización de la canalización de la Quebrada La Dulcera.
Estos trabajos correspondieron a la fase 1, del primer tramo, donde se avanzó en obras
relevantes para el saneamiento hídrico de la zona de influencia de la quebrada y la
protección de la infraestructura de servicios públicos de acueducto y alcantarillado al sur
– oriente de la ciudad.
“Hemos terminado la fase I de la canalización de la Quebrada La Dulcera, una
canalización que estaba en un riesgo crítico de colapso y que, por fortuna, gracias al
esfuerzo del pago de los impuestos de los pereiranos hemos logrado sufragar con las
utilidades arrojadas por la compañía, señaló Carlos Maya, Alcalde de Pereira.
“Esta es una Quebrada que desde el pasado se había hecho una canalización, que data
de hace más de 35 años. También es importante reconocer que esa canalización no se
hizo con los mejores acabados constructivos, pero hoy intervenimos un importante tramo
de 140 metros lineales de una construcción con tubería liner, con una tecnología muy
importante para garantizar la vida útil de la canalización”, agregó Maya López.
UN POCO DE HISTORIA…
La Quebrada La Dulcera o Quebrada Vegayá, como era conocida antiguamente, fue
canalizada hace aproximadamente 35 años con una conducción tipo caja rectangular,
que con el paso de los años, y dados los continuos procesos de urbanización de la
ciudad, fue intervenida con llenos de distintas características, inadecuados y sin
condiciones técnicas, cuyas profundidades eran entre 5 y 21 metros, resultado de
basuras y escombros arrojados en la zona por los pobladores de esa época.
El tramo 1 de la canalización, de aproximadamente 897 metros de longitud y
profundidades de 15 metros, fue segmentado en 3 fases de intervención, comprendidas
entre el edificio Alquitrabe y la clínica Pinares Médica, las cuales reflejaban algún tipo de
deterioro, sin embargo, la primera fase 1, hoy intervenida, tuvo una extensión de 140
metros aproximadamente y registraba un riesgo de colapso inminente, es decir, no
cumplía con la norma de sismoresistencia y tampoco con la capacidad hidráulica para
las temporadas de lluvias.
ASÍ SE DESARROLLÓ LA INTERVENCIÓN
La obra se ejecutó mediante excavación sin zanja, con el método llamado túnel Liner,
una tecnología amigable con el medio ambiente, porque además de garantizar
efectividad en las excavaciones para el tipo de suelos en llenos, botados y basuras,
permitió facilitar la extracción de material por medio de sistemas de polipastos
directamente del túnel horizontal al vertical y luego hacia las volquetas para su
disposición final, otorgando así seguridad y salud en el trabajo al personal de obras y
disminuyendo accidentes laborales, todo esto teniendo en cuenta que este tipo de obras
tiene muchos riesgos asociados.
Las intervenciones, en su gran mayoría, se realizaron en profundidades que oscilaban
entre los 10 y los 17 metros, para lo cual, se construyeron 3 pozos de acceso vertical
cubiertos en láminas de túnel liner, por donde se ingresaba a las excavaciones
horizontales que conformaron el túnel y se introducía el material de la obra, entre ellos la
tubería GRP de 1,9 metros de diámetro ubicada a lo largo del túnel principal formando la
nueva canalización.
Sobre la intervención realizada, Leandro Jaramillo Rivera, Gerente de Aguas y Aguas de
Pereira, precisó que “vamos a ir poco a poco haciendo el canalizado de la Quebrada,
iniciamos con la fase más crítica, acá donde estamos se hizo entonces la reposición con
la misma tecnología aplicada en el colector Egoyá, unos grandes túneles de acceso para
que nuestro personal estuviera trabajando 17 metros bajo tierra e ir poco a poco
construyendo un túnel hasta la parte donde ya la Quebrada corre a cielo abierto.
El funcionario reveló que hoy se tiene una reposición de este tramo de la canalización,
una entrega completa con obras de mitigación de la energía antes de llegar al cauce
natural, unas obras de mitigación para proteger otros taludes donde se tiene otra
infraestructura asociada como la del Cable y en este momento, poder garantizar que en
este punto donde se hizo la canalización, las condiciones de riesgo cambien, se
minimizan.
Se estima que la fase II de la canalización de la quebrada La Dulcera requiere una
inversión cercana a los $20.000 millones de pesos y se deberá ejecutar en el mediano
plazo, también con recursos de Aguas y Aguas y de la Administración Municipal.
ALTO RIESGO EN PEREIRA
“Nosotros teníamos acá la mayor condición de riesgo que tiene la ciudad en el corto
plazo, porque hay muchas condiciones de riesgo existentes. Ustedes que han estado
con nosotros en los últimos años, se han dado cuenta cuando tenemos un deslizamiento
allí o una avería en tal sitio específico”, explicó Alexander Galindo, Director de Gestión
del Riesgo de Pereira.
En este sentido fue enfático en indicar que este era un problema estructural, porque en
caso del colapso de la canalización tendríamos una afectación total en una zona donde
tenemos, entre otros, una clínica, entonces este tipo de inversiones son estructurales
para resolver problemas de la ciudad, que si bien es cierto no son visibles y las personas
no las recorren, eso no significa que no hubiese una condición de riesgo y la posibilidad
de alguna ocurrencia de desastre.
DATO DE INTERÉS
Las obras, además, contemplaron anclajes para el manejo de taludes adyacentes a la
estructura de descarga directa sobre la quebrada, esto para la protección del Talud
cercano y la Pilona del Megacable.
En el marco de la obra se hizo también la construcción de alcantarillados superficiales y
de aguas de escorrentías en la zona del descole, para mitigar afectación a zona
circundantes, se realizó además, la reconstrucción del pavimento rígido en la calle 9
frente a la Clínica Pinares Médica, la construcción de la estructura de descargue en
concreto de alta resistencia, así como, la infraestructura de entrega a la Quebrada y
tres megacámaras de inspección que se ejecutaron dentro de los pozos a 17 metros de
profundidad.