Por: Ricardo Tribin Acosta
“La educación es el encendido de una llama, no el llenado de una vasija “ Plutarco “. O sea que el educar y educarse trae a la vida el fuego del conocimiento que es la llama que enciende la luz hacia el progreso.
Educarse es tan sencillo como decidir hacerlo. Hoy en día hay muchísimo menos restricciones que antes, lo cual contrasta con esfuerzos tan grandes y meritorios como el de Don Marco Fidel Suarez quien, por ser de familia muy pobre, tenía que estudiar, no con las luces de cómodas lámparas, sino con la que le proporcionaba una pequeña vela.
El ejemplo de Suárez es muy destacado y significativo ya que, desde esas condiciones tan limitadas, avanzó en sus estudios y, como el Ave Fénix, se encumbró hacia las alturas del saber, logrando al cabo de los años llegar a ser el presidente de Colombia.
Se puede, si se quiere, obviamente bajo la determinación de hacer las cosas y poner en ejecución la acción para conseguirlas. Nadie nace aprendido, pero si cuenta con la capacidad de llegar a conocer y alcanzar lo que sueña y desea, si se prepara adecuadamente, deberá avanzar cubierto en su trayecto de un manto de paciencia, persistencia, y constancia.