Por José Luis Ortiz Güell
En esta obra, una curiosa novela basada en la resolución de un misterioso crimen de una
joven, encontrada desnuda y con el cuello cortado en la desembocadura del río
Guadalmedina. Esta es una de esas novelas que sólo con la sinopsis a uno le entran
ganas de prepararse un café, sentarse en un sofá y no dejar el libro hasta que el sueño no
nos deje continuar devorando capítulos.
Esta obra magistral intenta aunar dos mundos el cine y la literatura. Una historia que
aglutina una intrigante historia con aroma a tabaco, sospechosos y giros inesperados
centrado en un personaje que nos recuerda a un Torrente, lucido e inteligente.
Una novela que nace de sus entrañas y de una perfecta combinación de Pepe Carvalho
del gran Manuel Vázquez Montalbán y de Philip Marlonwe, del gran escritor Raymond
Chandler con el que comparte ingenio, mordacidad, idealismo y honradez a la que añade
unos toques de Torrente, con un suave toque de humor.
Si bien en su momento Don Quijote, Sancho y los tres mosqueteros, en realidad cuatro
fueron personajes fascinantes y grandes que marcaron un hito en la literatura universal,
ahora el inspector Eduardo Maldonado, su Sancho, su ayudante Bermúdez se hacen
cargo de esta investigación.
En este camino le acompañan, Sebastián Martín, un experimentado forense, Carlos
López, un maestro de Pedagogía Terapeutica y que trabaja con niños de autismo y una
joven periodista, Pilar Ruiz y un peligroso y escurridizo «destripador de Málaga».
Esta novela es una profunda reflexión sobre las novelas de detectives, un retorno a esos
relatos de antes, que a pesar de no ser tan modernos e innovadores como otras historias
que se escriben ahora y que estando cerca de la novela negra no han arrinconado los
elegantes enigmas de esta clase de historias.
Una historia, que incluso el mismísimo Arturo Pérez Reverte ha elogiado y que promete
convertirse en una ambiciosa novela del año 2024.
Una apuesta por una obra como las de siempre que aúna el audaz ingenio y que nos
despierta nuestra propia inteligencia como lectores a fin de invitarnos a resolver este
enigma y asesinato junto con el protagonista.
Una novela que supera su obra anterior, difícil tarea, ciertamente pero que Francisco
Guerrero logra con gran maestría. Una gran novela en las que el lector y el escritor
mantienen un duelo de inteligencias. Una de esas obrar alejada de la moda y que es un
monumento admirativo, con toques de parodia y pinceladas de aventura de novela negra.
Los amantes de la novela, siempre queremos más. El lector es el que deduce y el escritor
en ocasiones guía, otras veces desorienta y lo previsible no aparece. Una obra
imprescindible que no podemos obviar.