El Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud alertó que más de 10 millones de personas mayores de 50 años no han recibido el refuerzo. La importancia de mantener la inmunidad, según dos expertos consultados por Infobae
Desde hace algunas semanas, se registra un alza en los casos de COVID en Argentina. Lejos de los números que se registraron durante la pandemia, existe un aumento en la cantidad de afectados por el SARS-CoV-2. En ese sentido, el Boletín Epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud advirtió que “en las últimas 2 semanas epidemiológicas (de 2023) se verifica un incremento en el número de casos”. Sin embargo, pese a esta suba, existe un importante número de personas que aún no se aplicaron las dosis de refuerzo. Cuál es la situación en la Argentina, de acuerdo a dos expertos consultados por Infobae.
Según se desprende del documento emitido por la cartera sanitaria, “al 02/01/2024, hay 10.526.499 personas de 50 años y mayores que hace más de 6 meses que no reciben una dosis de refuerzo de vacuna contra COVID-19″. Una situación descrita como “preocupante, dado que es la población de mayor riesgo de padecer enfermedad grave”.
Esta realidad había sido advertida en una nota reciente de Infobae, en la cual se señaló que “en la semana del 18 de diciembre de 2023 se registraron 84 casos confirmados diarios, según la fecha de inicio de los síntomas como promedio semanal. Dos semanas después (la del 1 de diciembre), se notificaron 212 casos confirmados diarios. Es decir, hubo un aumento de 152% de los casos diarios considerando el promedio semanal”.
El doctor Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham, quien realiza un análisis semanal desde el inicio de la pandemia en 2020, le había señalado a Infobae que la suba de los casos tiene la misma velocidad que la última más significativa que ocurrió en septiembre pasado, en la que los contagios llegaron a 418 como promedio semanal, para luego descender en las siguientes semanas.
Ahora, en el reciente documento emitido por el Ministerio de Salud indicaron que en la primera semana epidemiológica de 2024 “hubo 843 casos confirmados y 2 casos fallecidos con COVID-19″, siendo que “en las últimas 2 semanas epidemiológicas (de 2023) se verifica un incremento en el número de casos”.
Cuál es la situación en la Argentina
Más allá de la reciente suba de casos, el documento destaca que “los casos acumulados de Covid-19 durante el año 2023 se encuentran muy por debajo a lo registrado para el mismo período de los años previos. Se observa lo mismo para los fallecidos”.
“Hay un aumento de casos. Por ahora, vemos que circulan las variantes habituales, pero con un aumento significativo y bastante importante para esta época del año de casos que no son graves. Es esperable que, llegado el otoño y el invierno, tengamos mayor circulación y que también empiecen a circular la variantes que están en el hemisferio norte”, explicó a Infobae Ricardo Teijeiro (MN 58065), infectólogo del Hospital Pirovano y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Asimismo, la infectóloga Elena Obieta (MN 76451), jefa del servicio de enfermedades transmisibles y emergentes de la Municipalidad de San Isidro y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), señaló a Infobae que se registra “un incremento sostenido de casos, igual que otros años, después de las reuniones de fin de año, las aglomeraciones y las fiestas en la playa, por poner algunos ejemplos”.
“Empezamos a tener un aumento y se ve en el consultorio, las guardias y en un montón de gente que está cursando un cuadro que estiman que es resfrío, alergia y cursa con un poco de tos, que en el peor de los escenarios se automedica, y resultó que era COVID”, continuó la experta. Y agregó: “Esta situación puede tensionar un poco el sistema de salud, en especial en la consulta ambulatoria, ya que además podemos tener superposición con mayor cantidad de casos de dengue. Estas dos patologías puede poner un poco en tensión al sistema”.
En 2023, según detallaron en el Boletín Epidemiológico, los casos descendieron (correspondiéndose con el descenso de una onda que había tenido su pico en la SE51/2022) hasta la semana del 19 de febrero (SE 8), con un promedio de 7.450 casos y 30 fallecidos por semana. Sin embargo, entre el 23 de julio y el 1 de octubre (SE30 y SE40), aproximadamente, “se observa un nuevo aumento en el número de casos, con un promedio de 1.738 casos y 11 fallecidos, registrándose el mayor valor de casos en la SE35 (NdeR: 27 de agosto), con una tendencia descendente posterior hasta la SE44 (NdeR: 29 de octubre)”.
Posteriormente, informaron que los casos confirmados de COVID-19 se registran con “fluctuaciones en un rango entre 466 y 620 casos semanales”. Mientras que, entre la última semana del año pasado y la primera de este, “se observa un incremento en el número de casos confirmados, con un promedio de 849 casos semanales”. Al tiempo que indicaron que se registraron “un total de 500 fallecimientos con diagnóstico de COVID-19 durante el año 2023, según fecha de fallecimiento”.
Sobre las víctimas fatales, el documento resaltó que “la mayoría corresponden al grupo de edad de 65 años y más, con una mediana de edad de 76 años”, de las cuales “el 54% fueron identificadas de sexo masculino y el 45,40% femenino”. Respecto a la presencia de comorbilidades o factores de riesgo, “la mayoría registran una o más comorbilidad o factor de riesgo para enfermedad grave (96,45%)”.
Sobre este punto, el Boletín advirtió que “el 89,25% de los casos fallecidos registraban la última dosis de vacuna para SARS-CoV-2 aplicada más de 6 meses previos al inicio de la enfermedad o no registraban vacuna”, siendo que “el mayor número de fallecidos corresponde a personas que tenían la última dosis de vacuna aplicada más de un año antes del inicio del cuadro clínico”.
Ante esta situación, la vacunación es esencial. Es por ese motivo que la cartera sanitaria, mediante este documento, destacó que “al día 02/01/2024 la cobertura total del país con primera dosis es del 93,6%, con bajas coberturas en menores de 3 años y del 100% en mayores de 50 años”, mientras que “las coberturas totales del esquema primario completo (dos dosis o dosis única según corresponda) son del 82,4%, siendo del 91% en personas mayores de 18 años”.
En ese tono, indicaron que “el total de la población que recibió el primer refuerzo es del 49,6%, siendo alrededor del 75% en los mayores de 50 años. En cuanto al segundo refuerzo, la población mayor de 50 años presenta cobertura mayor al 40% y cercanas al 45% cuando se considera a los mayores de 60 años”. Sin embargo, advirtieron sobre la baja en la tasa de vacunación que se registra cuando se analizan los refuerzos.
Cuál es la realidad de la vacunación en la Argentina
El Monitor Público de Vacunación se mantiene con una actualización diaria, según se desprende de su página web. Es decir que al 16 de enero de 2024 se administraron un total de 116.747.091 dosis, de las cuales 41.191.278 corresponden a la primera y 38.100.266 a la segunda.
Con lo cual, de los 46.044.703 habitantes del territorio argentino (de acuerdo al censo 2022), menos de 40 millones se aplicaron el esquema inicial completo (dentro de este número se encuentran los que recibieron la dosis adicional, que corresponden a grupos etarios específicos, con un total de 3.172.579).
Ahora, cuando se analizan los datos de los refuerzos, las cifras son muy inferiores. Con el primero se registran 22.915.962, mientras que con el segundo y el tercero los datos son notoriamente bajos, de 8.545.595 y 2.463.644, respectivamente. Sobre este punto, la cartera sanitaria nacional advirtió que “al 02/01/2024, hay 10.526.499 personas de 50 años y mayores que hace más de 6 meses que no reciben una dosis de refuerzo de vacuna contra COVID-19, lo que resulta preocupante dado que es la población de mayor riesgo de padecer enfermedad grave”.
“Los refuerzos hay que aplicárselos porque, con el tiempo, cae la curva de inmunidad y la protección va disminuyendo. Además, hay nueva circulación de otras variantes y hay que mantener el nivel de defensas”, aseguró Teijeiro. Al tiempo que Obieta completó: “Con las vacunas de la influenza y el COVID los anticuerpos se ‘lavan’ más rápido que, por ejemplo, lo que ocurre con la vacuna de fiebre amarilla, que tenés anticuerpos circulantes por más de 30 años con una sola dosis. Entonces, como caen los niveles protectores de anticuerpos, se necesitan refuerzos periódicos”.
Al igual que advirtió el documento, ambos expertos indicaron la importancia de aplicar los refuerzos para evitar los cuadros graves. “Para el caso de las personas sanas, sin comorbilidades, una dosis anual es suficiente, según las recomendaciones de la SADI, porque no solamente esa persona joven y sin comorbilidades va a evitar tener una forma grave de COVID, que puede terminar en terapia intensiva e incluso muerte, sino que además baja la carga viral comunitaria”, dijo Obieta.
Y añadió: “Una persona vacunada, en caso de tener COVID, va a tener menos virus en la nariz y en las secreciones. Es por eso que es importante darse los refuerzos, y en el caso de las personas mayores de 50 años, embarazadas, cualquier persona que tenga más riesgo de tener un COVID grave, tienen que tener aplicado un refuerzo hace menos de seis meses, o sea dos al año”.
En la Argentina hay un total de 12 vacunas avaladas, entre las formulaciones originales y las nuevas realizadas para ser aplicadas como refuerzo. Estas son: Sputnik V, Sputnik LIGHT, Covishield, Sinopharm, AstraZeneca, Moderna, Convidecia, Comirnaty (Pfizer), Comirnaty pediátrica (Pfizer), Comirnaty Bivariante, y Moderna bivariante. A las que se suma la vacuna argentina ARVAC Cecilia Grierson.
Sobre este punto, la cartera sanitaria aseguró que “las vacunas utilizadas en la Argentina tienen un buen perfil de seguridad, correspondiéndose con los datos de los estudios de desarrollo y los resultados de los sistemas de vigilancia de otros países”. Al tiempo que resalta que se realizó “la campaña de vacunación más masiva de la historia con grandes desafíos y fortalezas, alcanzando altas coberturas, así como vigilancia de eventos adversos”.
En ese sentido, Teijeiro desterró algunas presunciones e indicó que las inmunizaciones aplicadas en todo el territorio nacional son seguras y eficaces. “Los eventos adversos son los habituales, no hubo adversos salvo contadas ocasiones. Los que tuvimos viendo son simples, en general locales y que a las 48 o 72 horas desaparecen”.
Mientras que Obieta resaltó: “Respecto a los eventos adversos que salieron publicados en el Boletín Epidemiológico, todas las vacunas tienen eventos adversos. Todas. Pero es importante resaltar que necesitamos los refuerzos de la vacuna aplicados para evitar formas graves y muertes por COVID. Los eventos adversos suelen ser leves, hubo alguna disparidad en cuanto a cuáles eran adjudicables a las vacunas, pero no se registraron eventos graves salvo casos absolutamente excepcionales y esto ocurre con todas las vacunas. Pero que quede claro: las vacunas salvan vidas”.
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