Hace cinco años, 22 cadetes de la Policía fueron asesinados por un carrobomba; un lustro después, los señalados de ser los responsables del atentado están libres
El 17 de enero de 2019, el Ejército de Liberación Nacional ingresó un carro bomba a la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, que cobró la vida de 22 personas y dejó a 89 heridas. Cinco años después, el 17 de enero de 2024, los familiares de las víctimas denunciaron que el atentado terrorista está sumido en la impunidad, pues, más allá de la condena al Estado, no sienten que haya habido justicia.
Cinco años después, los cinco presuntos responsables del atentado están libres, pues el 20 de febrero de 2023, un juzgado determinó que por vencimiento de términos podían recuperar su libertad. Las familias, que claman por justicia y exhortan al Estado a que garantice que no habrá impunidad en este caso, asistieron el 17 de enero de 2024 a una ceremonia en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, en la que el Ministerio de Defensa y las directivas de la Policía rindieron homenaje y conmemoraron el atentado.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.
Un lustro de impunidad
Los familiares de las víctimas llevan luchando cinco años para que los responsables del atentado que acabaron con la vida de los 22 cadetes de la Policía paguen y respondan ante la justicia. Pues, además de la condena al Estado, en abril de 2023, las investigaciones no avanzan, pues Miguel Antonio Castillo Rodríguez, Angie Lorena Solano Cortés, Andrés Felipe Oviedo Espinel, Carlos Arturo Marín Rios y Jessica Catherine Barrientos Castilla, señalados de ser los autores materiales del atentado, están libres.
Así lo denunció la madre del subteniente Diego Peláez, Claudia Peláez, que, además de reconocer que no es un día fácil y que visitar la Escuela de Cadetes, le remueve los recuerdos, quiere que se haga justicia y que esperan que el Gobierno nacional les responda:
“La verdad, en estos cinco años que llevamos, para nosotros no ha cambiado nada. De verdad que mucha gente le dice a uno que el tiempo es el mejor remedio, pero no, para nosotros estar aquí hoy en la escuela es como revivir, como vivir el momento en que nuestros hijos fallecieron”, le dijo Peláez a Semana, para añadir: “Nosotros, los padres, estamos pidiendo que se haga justicia y no tenemos todavía respuestas. Entonces le pedimos a nuestro Gobierno nacional que, por favor, nos responda y que tengamos resultados óptimos para poder nosotros estar un poco más en paz y más tranquilos”.
Durante la ceremonia para conmemorar a los 22 cadetes asesinados por el ELN, los familiares de las víctimas y las autoridades prendieron 22 velas para recordarlos y para rechazar este brutal acto terrorista – crédito @mindefensa/X
Este mismo llamado hizo Francisco Javier Marulanda, padre del cadete Juan Esteban Marulanda Orozco, una de las víctimas mortales del atentado del ELN, que le dijo a Noticias Caracol que, junto a los demás familiares de los cadetes muertos en el atentado, estuvo reunido con el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y con el director de la Policía, el general William René Salamanca, en la que insistieron en su petición: que haya justicia.
“Estuvimos exponiendo nuestra inconformidad por los cinco años que han transcurrido sin justicia para nuestras familias”, dijo Marulanda, que insistió en que en el lustro que ha pasado desde el atentado las investigaciones no avanzan:
“Han pasado cinco años y hubo unas capturas, fueron dos, tres años de la Policía Nacional, de inteligencia y no vemos que pase nada, no vemos que avancen las investigaciones; al contrario, había cinco capturados y una juez, sin justa causa, los dejó en libertad, aduciendo un vencimiento de términos cuando no era así”
La conmemoración del atentado
La ceremonia para recordar a los 22 cadetes que resultaron muertos por el atentado del ELN, comenzó con una misa, después hubo una reunión entre los familiares, el ministro Velásquez, el general Salamanca y dos miembros de la delegación del Gobierno nacional que negocia con la guerrilla, Vera Grabe y el senador Iván Cepeda.
Durante la ceremonia, el ministro Iván Velásquez saludó a cada uno de los familiares de los 22 cadetes asesinados por el ELN, también se encendieron 22 velas para recordar la vida de los jóvenes. También dijo que “hace cinco años, Colombia enfrentó uno de sus días más oscuros” y que el atentado “sacudió los cimientos” de la Nación.
Además, señaló que el legado de estos jóvenes no puede ser olvidado ni quedar en la impunidad y envió un mensaje de reconciliación, que debe estar atravesado por la verdad y la justicia.
“Espero que de este encuentro reciban, como lo han expresado los familiares de estos 22 jóvenes durante una reunión privada que tuvimos, un mensaje de reconciliación, pero también un llamado para que la verdad y la sinceridad hagan parte de las discusiones y de las negociaciones, que se adelantan con ellos”, dijo el ministro Velásquez.
Mientras que el general William Salamanca resaltó la labor incansable de todos los hombres y mujeres de la Policía, que han entregado sus vidas, en cumplimiento del deber: “Cuando un Policía muere, muere parte de la institucionalidad. Por eso, hoy es un día para pedirles a los colombianos que valoren y preserven a cada integrante de la Policía”.
El ministro Iván Velásquez saludó a cada uno de los familiares de los cadetes que fueron asesinados por el ELN en el atetando del 17 de enero de 2019 – crédito @MinDefensa/X
Luego de esta reunión, desde el Ministerio de Defensa anunciaron que habrá un encuentro de los familiares de las víctimas con el Gobierno nacional para examinar los mecanismos y trazar la ruta para una eventual reparación. Así lo confirmó Marulanda que, en diálogo con Noticias Caracol, dijo que el ministro los escuchó y que les dijo que “antes del 15 de febrero tendríamos otra reunión privada con él, apunto nuestras peticiones y que, de pronto, tendría algo positivo para decirnos”, sin embargo, el padre del cadete Marulanda no es muy optimista, pues, para él, los últimos cinco años son prueba de que la justicia no avanza.
“Son cinco años sin justicia, son cinco años sin reparación y es cuando uno se da más cuenta de por qué la justicia en Colombia no tiene credibilidad, porque si en un acto de esta magnitud, no porque hubiera sido mi hijo, sino porque hubiera sido cualquier colombiano, si no trasciende, si la justicia no mete mano, qué podemos esperar, qué pueden esperar el resto de los colombianos”