Pereira, 1 de febrero de 2024. El primero de febrero de 1967 se llevó a cabo el acto protocolario mediante el cual se oficializó la Ley 70 que dos meses antes (primero de diciembre de 1966), firmó el presidente de la república Carlos Lleras Restrepo, para darle vida al departamento de Risaralda.
Ese fue el epílogo a una gesta cívica liderada por la clase dirigente de la ciudad de Pereira (en ese entonces municipio de Caldas), acompañada por los medios de comunicación, que al unísono expresaban su inconformismo por el manejo centralista del poder y de los recursos económicos por parte del departamento de Caldas y su capital Manizales.
El periodista Orlando Cataño Céspedes, que en su momento lideraba la audiencia radial en Pereira a través de su informativo “Reportaje a la Ciudad”, recordó que una de los motivos que desencadenó la rebeldía pereirana para separarse de Caldas, fue el “despilfarro del dinero en Manizales con la construcción del teatro Los Fundadores”.
Ese solo fue un motivo de muchos más que esgrimió la clase dirigente para iniciar una movilización que lograra lo que en ese mismo año consiguió Armenia: desligarse del departamento de Caldas y formar el departamento del Quindío.
Cabe anotar que el país vivía una ola separatista que en ese mismo 1966 creó el departamento de Sucre y en 1967, el de Cesar.
Tras erigirse como departamento, el gobierno nacional nombró a Castor Jaramillo Arrubla como el primer gobernador de Risaralda, hoy hace 57 años.
El ímpetu separatista se fortaleció al consumarse el objetivo y desde entonces Risaralda, que fue llamado el “Departamento Piloto”, empezó un crecimiento en todos los órdenes, que lo convierten hoy en una región próspera, impulsada por la dinámica económica y comercial de su capital Pereira, por su ubicación geográfica, por su riqueza natural, por la variedad de suelos y pisos térmicos que diversifican su agroindustria y, recientemente, por el impulso que la declaratoria de Paisaje Cultural Cafetero le ha dado al turismo.
Hoy Risaralda inicia una nueva etapa político administrativa bajo el gobierno de Juan Diego Patiño Ochoa, el gobernante más joven del Departamento en estos 57 años de historia administrativa.