El talentoso 10 de la Tricolor, al igual que el polémico comentarista deportivo, opinó respecto al futuro del equipo dirigido por Néstor Lorenzo
El viernes 22 de abril en Inglaterra la selección Colombia, dirigida por Néstor Lorenzo, se convirtió en el tercer equipo de habla hispana en haberle ganado un partido oficial a España (las otras dos fueron Argentina y Chile). El histórico triunfo engrosó la racha ha tenido la Tricolor invicta en competiciones oficiales durante los últimos 2 años.
El lateral derecho abrió el marcador en el amistoso disputado en Londres el viernes 22 de marzo – crédito Viaplay
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Entre los reconocimientos de la prensa al equipo cafetero ha rondado el comentario de Carlos António Vélez, polémico narrador futbolístico, que ha afirmado que la selección de Néstor Lorenzo tiene que llegar mínimo a la final de la Copa América que se disputará en junio en Estados Unidos.
De acuerdo con Vélez la racha de triunfos que ha tenido Colombia solamente se podrá justificar siendo protagonista en la competición internacional, de lo contrario será una simple ‘anécdota sin valor’.
Particularmente el 10 de la selección, James Rodríguez, pese a su distanciamiento con las apreciaciones de Vélez, sí coincidió que la Copa América es la gran oportunidad para demostrar los frutos de un proceso que ha tardado años.
“Hace mucho, no sentíamos ese feeling. Vamos por un buen camino, aunque nuestra meta es todo lo que es Copa (…) Todos estos partidos son importantes, pero la meta final es la Copa América”.
La primera y única vez que la selección alzo la copa
La selección Colombia se coronó campeona de la Copa América en 2001, logrando uno de los triunfos más significativos en su historia futbolística. El torneo se llevó a cabo en Colombia del 11 al 29 de julio. Este evento marcó la primera vez que Colombia ganó este prestigioso torneo continental.
El equipo colombiano, dirigido por Francisco Maturana, mostró un desempeño sobresaliente a lo largo del campeonato, destacándose por su sólida defensa y eficacia en ataque. Colombia fue asignada al Grupo A, junto a Venezuela, Chile y Ecuador. Durante la fase de grupos, la selección colombiana demostró su supremacía al ganar todos los partidos, sin conceder ni un solo gol.
En los cuartos de final, Colombia se enfrentó a Perú, obteniendo una victoria de 3-0. Posteriormente, en las semifinales, el equipo superó a Honduras con un marcador de 2-0. La final se jugó el 29 de julio en el Estadio El Campín de Bogotá, donde Colombia se enfrentó a México. El gol de la victoria llegó gracias a un cabezazo de Iván Córdoba en la primera mitad del encuentro, sellando el resultado en 1-0 a favor de la selección colombiana.
El triunfo de Colombia en la Copa América 2001 no solo fue histórico por ser su primer título en este torneo, sino también por la forma impresionante en que se logró.
La polémica en la Copa América
La Copa América 2001, celebrada en Colombia, estuvo rodeada de varias polémicas y problemas, tanto de índole política como de seguridad. Estos factores plantearon serias dudas sobre la capacidad del país para organizar un evento de tal magnitud en medio de un complejo contexto interno.
Uno de los principales problemas fue el relacionado con la seguridad, dada la situación de conflicto interno que vivía Colombia en ese momento. La presencia de grupos armados y el temor a posibles ataques terroristas generaron preocupación tanto entre los equipos participantes como entre las organizaciones internacionales de fútbol. La situación alcanzó un punto crítico cuando, a pocas semanas del inicio del torneo, Argentina decidió retirar su selección, citando preocupaciones de seguridad para los jugadores y el cuerpo técnico. Este hecho generó tensiones y puso en duda la viabilidad del torneo.
Otra polémica surgió con la decisión de la Conmebol de continuar adelante con el torneo pese a las advertencias y retiros. Esta determinación fue recibida con opiniones encontradas, ya que mientras algunos la vieron como una muestra de confianza en Colombia y una oportunidad para mostrar la capacidad del país de superar sus problemas, otros la consideraron una apuesta arriesgada que podría haber tenido consecuencias graves si se presentaban incidentes de seguridad.
En el ámbito político, el evento también fue visto como una plataforma para el gobierno colombiano, que buscaba mostrar una imagen de control y estabilidad, así como promover la unidad nacional y una visión positiva del país ante la comunidad internacional. Sin embargo, esta perspectiva fue criticada por algunos sectores que argumentaban que el torneo desviaba la atención de los problemas internos y las necesidades más apremiantes del país.
INFOBAE