El país tendría reservas del producto para los próximos siete años, pero en 2025 empezaría el desabastecimiento
La Asociación Colombiana de Grandes Consumidores de Energía Industriales y Comerciales (Asoenergía) solicitó de manera urgente al Ministerio de Minas y Energía, la Unidad de Planeación Minero-Energética (Upme) y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), la aplicación de medidas para evitar un posible déficit en el suministro de gas natural en el corto y mediano plazo.
La preocupación surge ante un análisis que prevé un desabastecimiento del combustible a partir de 2025, considerando la diferencia entre la oferta nacional actual y la demanda tanto térmica permanente como no térmica. Además, teniendo en cuenta que, según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), el país tiene reservas del mismo para los próximos siete años, dato que podría variar y que el país no firmará más contratos nuevos de exploración y explotación de petróleo y gas.
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Por eso, la presidenta de Asoenergía, Sandra Fonseca, resaltó la importancia de tomar decisiones con prontitud para enfrentar este desafío.
“Es fundamental que se tomen las decisiones pronto y con ello se tome acción para suplir la demanda a costos competitivos”, aseguró. Este llamado de atención busca que, incluso con la garantía del suministro, se evite el aumento de los costos en las tarifas, que serían inevitablemente transferidos al usuario final.
En un análisis de la situación hecho por la misma asociación, se estima que el déficit entre la oferta y demanda se materializará a principios de 2025. Esta proyección se reconoce en el Plan de Abastecimiento de Gas Natural (PAGN) 2023-2038, lo que sugiere incrementar la oferta mediante la importación de gas de países como Estados Unidos o del Caribe, así como la adecuación de infraestructura dentro del país.
Posibles soluciones
Dentro de las soluciones propuestas se destaca la necesidad de la planta regasificadora del Pacífico para garantizar la seguridad y confiabilidad en el abastecimiento de gas, el almacenamiento de gas natural licuado (GNL) en tanques criogénicos y la reconversión de infraestructura existente para transportar gas natural.
Sin embargo, Fonseca criticó la presentación tardía de la señal de déficit de la Upme, al considerar la capacidad de la planta de regasificación de Cartagena como si estuviera completamente disponible para satisfacer toda la demanda.
“Considerando que se prevé que los nuevos puntos de suministro estarán ubicados en la región de la Costa Caribe, dentro de las medidas que se deben priorizar ya definidos en planes anteriores de gas”, mencionó Fonseca, quien destacó además la importancia de proyectos para mejorar la conectividad y el flujo de suministro entre regiones.
Desde la perspectiva del gremio, es esencial dar prioridad a proyectos que puedan contribuir rápidamente al sistema, especialmente aquellos localizados en la Costa Caribe, como la Bidireccionalidad Ballena – La Mami y la Conexión de los dos sistemas, cuya operación se espera para el año 2025. Estas iniciativas son claves para asegurar el flujo operativo entre las distintas regiones del país y deben considerarse de máxima prioridad para su implementación.
Acción inmediata de las autoridades
Al abordar estas recomendaciones, Asoenergía instó a una acción inmediata de las autoridades y organismos competentes, enfatizando la importancia de soluciones a corto plazo que no solo aseguren el abastecimiento de gas natural, sino que también mantengan los costos competitivos para los consumidores.
La urgencia de estas medidas resalta la necesidad de un enfoque proactivo para evitar impactos económicos y operacionales significativos en los próximos años.
La situación del suministro de gas natural en Colombia se presenta como un punto crítico para el sector energético, donde los esfuerzos mancomunados entre la industria y el Gobierno son fundamentales para garantizar la continuidad y eficiencia en la entrega de este recurso vital.
INFOBAE