Por: José Lincer Valencia En algún momento de nuestra vida algunos de nosotros empezamos a preguntarnos – ¿Es esto?
¿Es esto todo lo que hay en la vida – por ejemplo – recibir una buena educación, ganar dinero, conseguir un préstamo, comprar un coche, conseguir un préstamo aún más grande, comprar una casa, comprar una casa más grande, lograr el éxito y el reconocimiento en algún campo, formar una familia y luego finalmente morir? Algunos de nosotros podemos empezar a preguntarnos si la vida tiene un propósito superior.
Para aquellos de nosotros que hemos pasado por esta etapa de introspección, es como si algo hubiera cambiado profundamente dentro de nosotros. Para algunos de nosotros, esos sentimientos nos han impulsado a embarcarnos en nuestros propios caminos espirituales.
Según la ciencia de la Espiritualidad, en realidad sólo hay 2 razones para nacer:
El primer propósito de la vida es completar el destino o karma con el que uno nace.
El segundo y más importante propósito de la vida es crecer espiritualmente.
Practicar la Espiritualidad según los principios universales ayuda con ambos propósitos. Ayuda a reducir el destino adverso que nos causa la infelicidad y también nos ayuda a crecer espiritualmente.