José Manuel Restrepo contextualizó sobre la advertencia presidencial, destacando la precaria situación fiscal y el continuo aumento del endeudamiento
El presidente de la República, Gustavo Petro, encendió las alarmas en el ámbito económico al advertir sobre la posibilidad de que el país deje de pagar su deuda externa.
Esta declaración fue hecha durante una entrevista reciente y ha suscitado preocupación entre diferentes expertos y también entre los ciudadanos.
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El exministro de Hacienda y actual rector de la Escuela de Ingenieros de Antioquia, José Manuel Restrepo, explicó el contexto detrás de esta advertencia. Según Restrepo, la situación fiscal del país es precaria, con gastos que habitualmente superan a los ingresos.
“Como en una familia que usted gasta más de lo que recibe, pues evidentemente tiene que endeudarse”, afirmó Restrepo durante una entrevista con Blu Radio. Este déficit anual obliga a Colombia a recurrir constantemente a nuevos cupos de endeudamiento para cubrir sus obligaciones financieras.
El déficit fiscal persistente ha llevado a Colombia a aumentar su endeudamiento año tras año. La advertencia del presidente Petro refleja las tensiones y desafíos que enfrenta el gobierno en el manejo de la economía nacional. Restrepo subrayó que la insolvencia en el pago de la deuda podría tener graves consecuencias, tanto a nivel nacional como internacional, afectando la confianza de los inversionistas y aumentando el costo del crédito futuro.
“Como en una familia que usted gasta más de lo que recibe, pues evidentemente tiene que endeudarse, entonces todos los años necesita un cupo de endeudamiento para poder cumplir con esas obligaciones que tiene”, dijo Restrepo.
El entorno de la advertencia presidencial abarca la constante necesidad del país de financiar sus obligaciones mediante la adquisición de nuevos préstamos. La falta de pago podría deteriorar aún más la credibilidad financiera del país, impactando negativamente su calificación crediticia y limitando su acceso a los mercados internacionales.
Las declaraciones vienen en un momento en que muchas economías de la región están lidiando con los efectos de la pandemia de covid-19, lo que ha agravado aún más los ya existentes problemas económicos en países como Colombia. Sin soluciones viables y ajustes fiscales adecuados, el país corre el riesgo de enfrentar una situación crítica.
Colombia en riesgo de default: qué implicaciones tendría para su economía
Si Colombia empieza a incumplir sus pagos de deuda, entraría en una situación conocida como “default”, lo que significa que no cumpliría con sus compromisos financieros. Esto podría provocar una reacción negativa en los mercados, aumentando la prima de riesgo país, la tasa de cambio y los costos de interés para el país. Además, enviaría un mensaje desfavorable a los inversionistas internacionales y a las calificadoras de riesgo, según destacó Restrepo, exministro de Hacienda.
“El problema es que, en esas circunstancias, pues la reacción normal de los mercados es que se te eleva la prima de riesgo país, se aumenta la tasa de cambio, se elevan los costos de intereses que está teniendo la nación y, por ende, te deja mucho menos espacio para poder hacer inversión social, inversión productiva en el país”, manifestó Restrepo.
El incumplimiento de la deuda llevaría a un aumento de la prima de riesgo país y elevaría los costos de financiamiento. Esto se traduce en menores oportunidades para la inversión social y productiva. Restrepo explicó que en caso de un default, los intereses y tasas de cambio aumentarían significativamente, reduciendo la capacidad del país para financiar proyectos cruciales.
Colombia ha entrado en esta etapa en siete ocasiones anteriores, siendo la última en 1935. En cada una de estas situaciones, el país ha tenido que recurrir a préstamos más costosos y endeudarse aún más, lo cual afecta negativamente el crecimiento económico y la inversión productiva. Comparó la situación con la de otros países cercanos, indicando: “Un mal precedente es un mal mensaje tanto a corto como a largo plazo”.
“Esto generaría un pésimo precedente, un muy mal mensaje, como ha sucedido en países cercanos, incluso como Perú. Un mal mensaje a corto y a largo plazo, porque entonces genera el mensaje de que Colombia, como históricamente recientemente, lo ha sido, que es un país respetuoso del cumplimiento ya no lo es y, por lo tanto, entonces genera incertidumbre sobre los inversionistas internacionales de si le prestan o no le prestan a Colombia”, afirmó el exministro.
La pérdida de confianza en Colombia como deudor fiable podría llevar a dependencias de financiamiento más costosas y menos sostenibles. Restrepo comparó esta situación con la de una familia que se ve obligada a recurrir a prestamistas informales y caros, reflejando una espiral de endeudamiento y déficit. “El problema es que algunas personas podrían prestar dinero, pero a costos mucho más altos”, señaló, enfatizando la dificultad de conseguir préstamos en condiciones favorables.
“Siguiendo con el mismo ejemplo, entonces la única opción que le queda a la familia es salir al que presta en el gota, gota y el paga a diario, que se vuelve más costoso porque ya nadie le cree y el único que le cree es ese es uno que le cobra más”, dijo.
El impacto en el comercio exterior también sería considerable. El aumento del riesgo país encarecería el financiamiento, lo cual afectaría las exportaciones y las relaciones comerciales. Los costos financieros más elevados limitarían las posibilidades de inversión y crecimiento, según la opinión de Restrepo.
Finalmente, dejar de pagar la deuda en Colombia tendría serias consecuencias para la economía del país. Aumentarían los costos financieros, se afectaría la confianza de los inversionistas y se restringirían las posibilidades de inversión y crecimiento. Es fundamental que el Gobierno tome medidas para evitar esta situación y garantizar la estabilidad económica. Restrepo finalizó destacando que Colombia enfrenta un proceso de estancamiento económico, con varios sectores en declive, como la industria, el comercio, los servicios financieros y el turismo interno.
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