A pesar de que Colombia es un Estado laico, que significa que no existe ningún tipo de oposición sobre alguna organización o confesión religiosa; el 97% de la población se autopercibe como creyente del catolicismo.

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Es por ello por lo que, en el día del paganismo, que es un concepto religioso que se creó en el siglo IV durante el imperio romano para referirse a las creencias que no hacen parte del cristianismo y el judaísmo, el sociólogo de la Facultad de Psicología y Ciencias del comportamiento de la Universidad de la sabana, Carlos Monroy Barrero, habló sobre cómo está la actualidad sobre este aspecto en el país.

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En primer lugar, Monroy destacó que hay una diferencia entre libertad de culto y paganismo, recordando que el segundo término tenía un significado diferente antes de que el catolicismo ocupará un rol protagonista en el mundo.

“Es importante hacer la precisión de que no significan lo mismo, el paganismo se refería a religiones como las griegas o romanas, que tenían múltiples dioses, posteriormente, con el auge del cristianismo, durante la época colonial, el cristianismo asume el rol hegemónico de configurar las creencias sociales, por lo menos en América, ahí abordamos el tema en Colombia”.

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El 97% de la población en Colombia se reconoce como católico o los derivados de esta creencia – crédito Reuters

Monroy recordó que antes de 1991 en Colombia no había leyes o aspectos que protegieran la libertad de culto, pero esto ha ido cambiando con el paso de los años.

“Hasta 1991 se reconocía como un estado que reconocía únicamente la religión católica de Roma, como principal para la educación, cultura y tradiciones, a partir de ahí, Colombia se declara un Estado laico y el libre pensamiento y la libertad de culto, para entender que la manifestación religiosa tiene múltiples posibilidades”.

Sin embargo, el sociólogo mencionó que el cambio de la constitución no ha hecho que terminen los estigmas sobre las personas que tienen una creencia “alternativa”, principalmente porque “la religión sigue generando confrontación social” y que contrario a lo que se pensaba, la masiva información que se tiene sobre otras creencias con el Internet, esto ha provocado que el rechazo aumente.

“A pesar de que en 1991 se abre el Estado y el país, la mayoría de los colombianos manifiestan ser católicos o cristianos, de ahí se hacen señalamientos a los otros cultos que no se representan en la figura de cristo. Cuando aparecen cultos que no se caracterizan con esto, viene el señalamiento y la segregación”, declaró Monroy.

El sociólogo destacó que aún no existe un respeto total por las creencias por fuera del catolicismo – crédito ONU

Sobre cómo se defiende la libertad de culto en Colombia, el sociólogo declaró que “la respuesta es con la Constitución Política de 1991 y el reconocimiento que da, que reconoce la libertad de culto”, pero también indicó que hay desconocimiento sobre la diversidad religiosa, por lo que recordó que el catolicismo sigue siendo la base de la mayoría de las creencias en el país.

“Es importante anotar que, desde la sociología, hay cuatro grandes religiones, el catolicismo, el judaísmo, el budismo y el hinduismo, del catolicismo surge el cristianismo, los testigos de Jehová, distintas iglesias que tienen en común reconocer a jesús como representante de Dios en la tierra, es relevante distinguir que el catolicismo es el nombre amplio”, mencionó Monroy.

De la misma forma, recordó que esta religión llegó al país como “un catolicismo europeo” en la colonización y que desde entonces se ha buscado “oponerse a las creencias indígenas, al considerarlas paganas, al considerar que no eran correctas porque no representaban a Dios. En ese sentido, se mantiene aún ese cuestionamiento”.

Monroy Barrero destacó que la libertad de culto también debe tener límites – crédito Reuters

Por último, el sociólogo indicó que el paganismo también tiene límites en Colombia, puesto que la ley no protege a quienes realizan actos de sacrificio o afectan con su creencia a las demás personas.

“Cuando se habla de paganismo se puede llegar a cultos o ideas donde se cometen sacrificios con animales, que implican vulneración de la libertad, con tema de ilusiones y que no son correctas. Se busca mantener un límite en la dignidad del ser humano y el reconocimiento para que no se vulnere, sin importar el culto, siempre desde la defensa del ser humano”, puntualizó.

infobae