Entrevista a Shakira Martinez.
Por José Luis Ortiz Güell.
Hay voces que no solo se escuchan, sino que se sienten. Hay artistas que no
solo interpretan, sino que transforman. Y hay trayectorias que, sin haber
alcanzado aún su cima, ya están dejando una huella imborrable. Hoy nos
acompaña una mujer que canta desde la raíz y el corazón, que convierte cada
escenario en un templo de emociones. Desde sus primeras notas en secreto con
su abuela, hasta compartir escenario con leyendas como Alejandro Sanz o
Camela, Shakira Martínez no solo canta: nos cuenta quién es en cada canción.
Bienvenida, Shakira. Gracias por permitirnos asomarnos a tu historia…
Shakira Martínez es una de las voces emergentes más profundas del panorama
flamenco-pop y urbano en España. Con orígenes humildes, una fuerte herencia
familiar y una sensibilidad única, ha sabido combinar la pureza del flamenco con
la fuerza de lo contemporáneo. Su carrera está marcada por la autenticidad, la
constancia y una conexión especial con el público. Hoy, en medio de su exitosa
gira 'ABRÁZAME', nos abre su alma.
1. Tu primer concierto fue en una reunión familiar y desde ahí nunca
paraste. ¿Qué crees que vio tu abuela Lina en ti antes que nadie más?
Bueno, lo que mi abuela vio en mí, supongo que sería algún tipo de aptitud o
sensibilidad especial para dedicarme a esto. La verdad es que nunca llegué a
preguntárselo directamente, así que no sabría decirte con exactitud qué fue lo
que le hizo pensar que este podría ser mi camino.
Quizá simplemente se dio cuenta de que tenía cierta facilidad, o tal vez fue algo
más intuitivo, una corazonada suya al ver cómo me desenvolvía en aquel
momento. Lo cierto es que, aunque nunca hablamos del tema en profundidad,
siempre agradeceré que confiara en mí y me animara a seguir por aquí.
2. Has rechazado concursos televisivos muy grandes por seguir tu propio
ritmo y formación. ¿Qué significa para ti defender tu tiempo y tu camino
en una industria que va tan rápido?
Para mí, defender mi tiempo y mi camino en la industria significa, ante todo, ser
fiel a mí misma y a mis principios. Con los años he aprendido que nadie te
regala nada en este mundo, y que si quieres que tu voz se escuche, tienes que
ser coherente con lo que eres y lo que quieres transmitir.
He tenido la suerte de vivir experiencias increíbles en otros programas y
proyectos, momentos en los que me lo he pasado genial y que, sin duda, han
sido parte de mi crecimiento. Pero con la madurez, también he ido entendiendo
qué tipo de caminos no volvería a recorrer. Hay cosas que, aunque en su
momento parecían divertidas o interesantes, hoy sé que no encajan conmigo,
especialmente en lo que se refiere al mundo de la música y a cómo quiero que
se perciba mi arte.
No se trata de cerrar puertas, sino de elegir conscientemente por dónde quiero
pasar. Al final, es un ejercicio de autoconocimiento: saber qué estás dispuesta a
dar, qué estás dispuesta a aceptar y, sobre todo, qué no estás dispuesta a
negociar. Porque si algo he aprendido, es que cuando dejas de ser tú misma por
complacer a otros, al final pierdes más de lo que ganas. Y en la música, como
en la vida, la autenticidad es lo único que realmente perdura.
3. Cuando cantas temas como “Porque” o “Quiero que me olvides”, ¿en
qué heridas, amores o recuerdos piensas? ¿Cantas para sanar, para
liberar o para compartir?
El acto de cantar tiene muchas caras: hay veces que cantamos para sanar
nuestras propias heridas, otras para compartir una enseñanza, y en ocasiones
simplemente para acompañar a quien nos escucha. En mi caso, muchas de las
canciones de desamor que interpreto no nacen directamente de mi experiencia
personal – afortunadamente no he vivido todos esos dramas que canto – pero sí
que es cierto que tengo una capacidad de empatía muy desarrollada.
Cuando me enfrento a una canción triste o a una historia de amor fracasado,
puedo sumergirme completamente en esa emoción ajena. Es como si conectara
con ese dolor o esa alegría a través de los ojos de otra persona. No necesito
haber pasado exactamente por lo mismo para entenderlo; basta con observar,
escuchar y, sobre todo, sentir con honestidad.
Creo que esa es precisamente la magia del arte: la capacidad de transmitir
emociones universales aunque no sean exactamente tuyas. Como intérprete, mi
trabajo es ser un canal, un puente entre la historia que cuenta la canción y el
público que la recibe. Y para eso, a veces, es más importante la sensibilidad que
la vivencia directa. Al final, lo que importa es que cuando cante ese desamor,
aunque no sea mío, suene verdadero para quien sí lo ha vivido.
4. ¿Qué sentiste cuando Alejandro Sanz te dio ese espacio para compartir
escenario? ¿Te imaginaste alguna vez ese momento?
La verdad es que me sentí profundamente agradecida – y aún hoy lo sigo
estando – porque trabajar con Alejandro ha sido un auténtico honor. Él es, sin
duda, uno de los grandes referentes de la música en nuestro país; un artista
completo que ha marcado época. Que alguien con su trayectoria y su talento
confiara en mí… bueno, todavía me emociono cuando lo recuerdo. Fue una
oportunidad inmensa, de esas que te cambian la perspectiva, y le estaré
eternamente agradecida por ese regalo.
Y aunque pueda sonar curioso, sí, en cierto modo me lo imaginaba. Tengo esa
peculiaridad de que a veces 'decreto' cosas que, de alguna manera, siento con
certeza que van a ocurrir. No es algo racional, sino más bien una convicción
íntima, como si lo supiera en mi corazón antes de que suceda. Pero lo hermoso
es que, aunque intuía que llegaría ese momento, la forma en que se materializó
superó todas mis expectativas. La vida tiene esa magia: te concede lo que
anhelas, pero siempre a su manera y en su momento perfecto.
Esa es justamente la enseñanza más valiosa que he ido integrando: puedes
estar completamente segura de tu potencial y de lo que mereces alcanzar, pero
al final el universo te lo entrega envuelto en sorpresas que nunca podrías haber
imaginado. Y en mi caso, siempre – siempre – ha sido para mejor. Esa fe
inquebrantable, combinada con la capacidad de asombro, es lo que hace el
camino tan especial
5. En esta gira ‘ABRÁZAME’, ¿a quién abrazas realmente con tu música?
¿Al público, a tus raíces, a la niña que cantaba a escondidas…?
Esta gira, 'Abrázame', representa mucho más que una serie de conciertos; es mi
manera de tender un puente emocional con cada persona que viene a vernos. El
título no es casualidad: cuando canto esta canción, que escribí con todo el amor
para mi abuelo y mi bisabuelo, siento que estoy envolviendo al público en un
abrazo musical. Es una de esas composiciones que llevan tanto de mi esencia,
tanto sentimiento verdadero, que no podía quedarse simplemente en un tema
más del repertorio.
'Abrázame' nació como un homenaje familiar, pero se ha convertido en algo
mucho mayor. Cada noche, cuando la interpreto, intento que esas palabras
resuenen de forma única en el corazón de quien las escucha. Porque la magia
está en cómo una misma letra puede cobrar mil significados distintos según las
vivencias de cada persona.
Lo más bonito es ver cómo el público responde a esa intención. Noto que
entienden perfectamente lo que quiero transmitir: ese calor, esa conexión
humana que solo la música puede crear. No se trata simplemente de cantar bien
o de poner voz a una melodía; es about crear un espacio donde, por unos
minutos, todos nos sintamos un poco menos solos, un poco más comprendidos.
Ese es el poder transformador de la música que tanto adoro.
6. Tu voz tiene algo ancestral. ¿Sientes que cada vez que cantas, también
canta tu abuela, tu tierra, tu historia?
El escenario es un espacio donde no solo comparto mi música, sino también mis
emociones y mis raíces. Hay momentos en los que, al interpretar ciertas
canciones, inevitablemente me conecto con recuerdos profundos de mi familia.
Cada melodía, cada letra, tiene el poder de transportarme a momentos
significativos junto a ellos. Algunas canciones me hacen pensar especialmente
en mis padres, en todo el esfuerzo y el amor que me han dado. Otras me evocan
la complicidad y la alegría que comparto con mis hermanos, o la sabiduría y el
cariño de mis abuelos. Incluso hay temas que me llevan de vuelta a esas
conversaciones llenas de historias y consejos que tuve con mis abuelas.
Por eso, cada vez que subo o bajo de un escenario, llevo conmigo ese legado
emocional. Mi familia es mi inspiración constante, y su presencia, aunque a
veces sea en el recuerdo, es un motor que me impulsa a dar lo mejor de mí en
cada presentación. Son parte fundamental de mi historia, y eso se refleja en mi
música y en cómo me conecto con el público.
7. ¿Hay algún momento, en medio del éxito, en el que te hayas sentido
frágil o a punto de rendirte? ¿Qué te sostuvo entonces?
El escenario es mucho más que un lugar donde interpreto música; es un espacio
donde cobran vida mis emociones más profundas y mis raíces más queridas.
Hay momentos en los que, al entonar ciertas canciones, siento una conexión
especial con mi familia, como si cada melodía fuera un hilo invisible que me une
a ellos. Algunas piezas musicales me transportan directamente a la calidez de
mis padres, a su apoyo incondicional y a esos sacrificios silenciosos que hicieron
por mí. Otras me recuerdan las risas compartidas con mis hermanos, esa
complicidad única que solo existe entre nosotros. Y hay temas que, con solo
escucharlos, me llevan de vuelta a los relatos sabios de mis abuelos o al amor
tierno de mis abuelas, a esas enseñanzas que han dejado una huella imborrable
en mi vida.
Por eso, cada presentación es un tributo a quienes han formado parte de mi
historia. No importa si estoy subiendo al escenario lleno de adrenalina o bajando
de él con la satisfacción del deber cumplido: siempre llevo a mi familia conmigo.
Son mi inspiración constante, mi fortaleza en los momentos de duda y la razón
por la que doy lo mejor de mí en cada nota. Su presencia, aunque a veces sea
en el recuerdo, es el latido que da vida a mi música y lo que me permite conectar
de manera auténtica con el público.
8. ¿Qué es lo que el público aún no ha visto de Shakira Martínez y que
está por llegar?
En este momento de la gira, el público todavía no ha visto el espectáculo en su
máxima expresión. Aunque ya estamos inmersos en los conciertos, seguimos
trabajando constantemente en la evolución del show. Surgen nuevas ideas cada
día, innovaciones tanto a nivel musical como escenográfico, y en todos los
aspectos que conforman una producción de este nivel.
Estamos en un proceso creativo muy dinámico donde cada función nos permite
refinar y mejorar. Tengo la absoluta certeza de que cuando alcancemos ese
siguiente nivel que perseguimos, el resultado será realmente espectacular. De
hecho, es precisamente este camino de crecimiento constante lo que hace tan
especial este proyecto.
Quiero destacar que, aunque vamos marcando nuestro propio ritmo, el progreso
es extraordinario. Trabajamos con mucha seguridad y determinación, pero sobre
todo con una ilusión inmensa. Y no podría dejar de mencionar mi profundo
agradecimiento a todo el equipo que está haciendo posible este sueño. Su
dedicación y talento son los pilares que nos permiten seguir avanzando hacia
ese show grandioso que tenemos en mente.
Gracias, Shakira, por compartir no solo tu voz sino tu verdad. Hoy más que una
artista, conocimos a una mujer que se atrevió a romper silencios, a honrar sus
raíces y a escribir su historia con nota propia. Que esta gira, y todo lo que viene,
sea un abrazo eterno entre tú y la música… entre tú y todos nosotros.