Un estudio con 54.000 personas indicó que esta condición, estable por décadas, permite alcanzar la longevidad en las mujeres. Por qué con la pérdida de peso intencional no se obtienen los mismos resultados
Las mujeres que viven hasta los 90, 95 o incluso 100 años experimentan lo que se conoce como “longevidad excepcional”. Un análisis publicado el mes pasado encontró un factor que vincula esas largas vidas: mantener un peso corporal estable durante décadas.
El estudio, publicado en Journals of Gerontology: Serie A, analizó datos de 54.437 mujeres de la Women’s Health Initiative, un estudio a largo plazo que comenzó en la década de 1990. Las mujeres estudiadas nacieron el 19 de febrero de 1932 o antes, y los investigadores observaron su peso cuando comenzaron el programa, en el año 3 y en el año 10 del programa, y luego hicieron un seguimiento de su estado de supervivencia a partir del 19 de febrero de 2022.
Descubrieron que las mujeres cuyo peso corporal se mantuvo estable a lo largo de los años tenían 1,2 y 2 veces más probabilidades de sobrevivir hasta los 90 años o más, que aquellas que perdieron peso.
Las mujeres que perdieron cinco por ciento o más de su peso corporal durante los primeros tres años estudiados tenían un 33 por ciento menos de probabilidades de sobrevivir hasta los 90 años, un 35 por ciento menos de probabilidades de sobrevivir hasta los 95 y un 38 por ciento menos de probabilidades de sobrevivir hasta los 100 años que sus contrapartes cuyo peso se mantuvo estable.
Un factor asociado con vidas más largas fue si una mujer había perdido peso intencionalmente. Aquellos que perdieron peso sin querer tenían un 51 por ciento menos de probabilidades de sobrevivir hasta los 90 años en comparación con otros participantes en el estudio. Los investigadores escriben que el aumento de peso durante el período del estudio “no se asoció significativamente con la supervivencia” a una edad más prolongada.
El estudio no sólo sugiere que la estabilidad del peso podría predecir la longevidad, escriben los investigadores. También señalan que “es poco probable que las recomendaciones generales para la pérdida de peso en mujeres mayores conduzcan a una mejor supervivencia en edades avanzadas”. Es necesario realizar más investigaciones, escriben, especialmente para descubrir las conexiones entre los problemas de salud y la pérdida de peso y entre una población racial y étnica más diversa.
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