Erika Cristina Rguez. Padrón /
#EPadrón [México ] //
A veces te extraño demasiado /
y te trato de hallar en el ulular del viento /
en el trinar de los pajarillos pardos /
que tienen el color de tu cabello. //
Otras, en el callado abismo del deseo /
y cuando no puedo más con esta angustia /
cierro los ojos y te busco dentro… //
Ahí donde tu voz me acaricia las ideas /
y me envuelves de miel el pensamiento /
estás entonces a la vez tan cerca y tan lejos… //
Y esta desazón que va aumentando /
lo hace a la vez que los recuerdos /
y es que no me duele la ausencia o la distancia /
me aniquila el vacío de verte ahí, con tu silencio. //
A mí no me gusta cuando callas /
porque no te quiero ausente, sino etéreo /
y me guardo en cada noche estrellada /
la risa de tu boca sin mis besos. //
Y te siento sin tocarte tan siquiera /
porque hay planos que no necesitan tiempo /
un espacio donde somos uno solo /
donde repito, sin decirte, lo que siento… //
Un mensaje que conoces claramente /
una nota que desvela que te extraño /
por no decir las palabras que no debo… //
INEVITABLEMENTE /
Erika Cristina Rguez. Padrón /
#EPadrón [México ] //
Inevitablemente pienso en ti. /
Con la tarde dormida de esperar /
dejando que la vida se escape con los segundos /
desasosegadamente, para variar. /
Y pienso entonces, tantas veces, /
se nos va la vida alcanzando al futuro, /
y damos de lado, al espectacular presente.
Llueve… /
Inevitablemente pienso en ti. /
¿Dónde nos llevará el amor ahora? /
Con cada húmedo relámpago y su haz de luz, /
¿tendrá el amor idea de todo lo que lleva a cuestas? /
Donde vayas, iré contigo y no es una sentencia, /
es la convicción de acompañar lo que se ama, /
de no claudicar y estar cuando haga falta. /
Pienso en ti, aún teniendo tus manos en las mías, /
en la esquina donde ya no estás, /
en la nota blasfema de ésta, nuestra melodía. /
Llueve… /
Inevitablemente te siento aquí, /
ahora, lleva mi corazón donde te pueda abrazar, /
sin prisa, sin pausa, con la ternura expuesta, /
inevitablemente… //
CANTA /
Erika Cristina Rguez. Padrón /
#EPadrón [México ] //
Menudo convencimiento tenemos todos, cuando dejamos algo para mañana. Y si lo pensamos mejor, es un albur de futuro, que no nos pertenece, sin embargo, en él postramos toda esperanza. La esperanza, esa última tribulación de la Caja de Pandora. //
Si mañana no despierto, no te pongas demasiado triste, llora si te apetece, pero no reproches lo que ya no fué posible, grita si te hace falta. //
Eso que va a dolerte es la convicción de lo que habríamos hecho, y se quedó en suspenso para nunca, pero no pasa nada, es solo que habré muerto, como muere la rosa, el pájaro, el silencio y la noche estrellada. //
No te aflijas tanto, porque estuviste aquí a mi vera, cuando más me hiciste falta, y me diste tu impagable tiempo y tu felicidad, cuando la luz te arropaba. Y me hiciste el ser más feliz sobre este orbe, y eso es decir bastante, eso es amor, amistad, lealtad, respeto, honor y abundancia. También compartiste mi oscuridad y mis lágrimas. Hiciste todo lo posible porque mi estancia en este planeta, fuese más bella y grata. //
Gracias por ti, por tu ser estupendo, por tu palabra. Gracias por caminar en mi senda y llevarme por tu destino, un camino compartido, alegre, triste, parlanchin y callado… ¡Gracias! //
No odies a quien te dé la noticia, es parte de este ciclo, nos queda la nada. La nada, que es inmensa y caben en ella millones de posibilidades de cruzarnos mañana… //
Quédate con eso que nos enamoró el alma, con la chispa divina de esta hermosa serendipia, que nos hizo reflejo del otro, y nos dió una vida sagrada. //
Si vas a mi velorio, canta, lee un poema en mi féretro, despacio y suave, no sea que depiertes mi sueño y, sonrié mucho, pues nunca sabrás si mi espíritu pulula en derredor, y esa será la última imagen que me regales de tu cara. //
Yo me iré con la satisfacción de haber hallado la felicidad en una taza de café, en una bella balada, en unas manos mimosas, en una voz de leyenda, en ti, en un alma enamorada. //
Atesora los momentos lindos, aquellos que dejaron huella y nos dieron alas. Recuérdame solamente cuando tu día esté calmo, y tengas un instante de paz, de esos, donde se piensa en nada. Cómplice, como cada vez que nuestras miradas se cruzaban. //
Cuando estés triste y anheles un beso mío, una broma o una espalda, mira al cielo, desde algún lejano planeta amante de una estrella, te estaré observando, así que siempre me tendrás cerca, charla entonces conmigo como antaño, seré un escucha de leyenda, seré siempre quien estuvo también para ti, en las buenas y en las malas. //
Y, no lo olvides, canta… //