Por José Luis Ortiz Güell
Es difícil describir este libro de otra manera que no sea con la palabra «sabiduría». Una
obra de autoayuda que es una joya en ese género.
¿De qué trata entonces? Este libro es ese consejo que te da un\a buen amigo\a cuando
más lo necesitas, unas palabras de un\a anciano\a que resonarán en tu cabeza y
entenderás años después, la mano en el hombro de un ser querido… es un empujoncito
para seguir o seguir mejor.
Este libro está compuesto por 20 capítulos que bien podríamos decir que son “soplos
emocionales”. Independientes, lo que facilita su lectura a medida que lo necesitemos, sin
seguir ese orden de cualquier otro libro similar o novela.
Más de doscientas páginas cargadas de verdaderos tesoros custodiados en sus frases y
que para momentos difíciles son como el agua fresca para el sediento. Mi cofre, que es mi
humilde vida, ya ha guardado celosamente algunas de ellas.
Lo mismo que la brisa, este libro nos habla desde el cariño y nos cala, nos cautiva apenas
en unas páginas.
En la vida en ocasiones hay que romper a reír y a llorar, en ocasiones es necesario
hacernos añicos y ahí esta este maravilloso libro que nos ofrecerá esa luz y esa mano
tendida para crecer y sanar. Para hacernos más inteligentes emocionalmente.
No os cuento exactamente a qué se refiere por no haceros spoiller pero trata de
sentimientos como la culpa, el reloj del corazón, recibir y dar y tantos más. No obstante, sí
os cuento mis sensaciones. Pensé que no era así ya que se supone que evolucionamos a
mejor pero la manera que lo explica me hizo darme cuenta de que en parte, tiene toda la
razón. Y me ha ayudado a no arrepentirme de las decisiones tomadas, lo cual es mi talón
de Aquiles ya que soy muy indeciso y siempre pienso «¿Y si hubiera hecho esto otro…?,
¿Tomé una buena decisión?,
Cada capítulo, apenas sobrepasa las siete páginas y por lo tanto son realmente fáciles de
leer y no os engañéis, el poso que deja en la reflexión es mucho más profundo que su
lectura, realmente amena.
Se trata de un libro muy ligero y rápido de leer, los capítulos son cortos y la letra, grande.
Es un libro que es recomendable leerlo con un cuaderno para apuntar nuestras emociones
al leerlo.
Ese libro me ha enseñado que en los peores momentos que la vida en ocasiones nos
sorprende nos anima a vivir, ante todo, a pesar de los miedos y si es así hazlo con miedo,
pero vive.
He leído muchos libros de ese género y la verdad que estoy muy acostumbrado a ellos,
pero no estaba preparado para lo que este libro me ha proporcionado y se ha convertido,
sin duda, en un must de mi estantería. Uno de los capítulos que me ha llegado bastante es
el segundo hablando de Los Deberías.
No es un libro que hay que leer de tirón y olvidar, sino un libro que está ahí para lo que
necesites.
Un libro que recoge el aporte de 20 grandes profesionales y que recorre gran parte del
mundo pues ellos radican en diferentes países. Los mejores profesionales a disposición de
esta obra única.
Permitidme que me despida de esta reseña con unas palabras del Epílogo y del capítulo
que me hizo removerse algo en mi:
“Paseando por la calle solía escuchar distintos sonidos de tambores que provenían de
muchos lugares y personas. Cada persona me estaba regalando una nota o un sonido
diferente….
Hacerme consciente llenó de amor mi corazón y ………nació esta partitura para una
orquesta……”
Del capítulo Tus deberías, tus maestros por Inés Román
“Somos como un cofre, y al abrirlo nos encontramos que tiene diferentes secciones. Cada
sección nos muestra creencias y etiquetas que nos hemos y nos han colocado. ¿Qué hay al
fondo del cofre? Ahí está la libertad y el amor. ¿Cómo llegamos a ellos? Una vez que nos
hemos atrevido a abrirlo y a no mirar para otro lado, será bueno que tengamos a mano una
cajita de pañuelos, ya que, si no luchamos contra lo que nos muestra, las lagrimas serán
nuestra segunda piel”.