Varicela, escarlatina, quinta, sexta, y hasta la llamada “mano boca pie”, figuran entre las consultas más frecuentes que reciben los pediatras, y se incrementan en esta época del año. Qué hacer según expertos consultados por Infobae
Por definición, el nombre de enfermedad eruptiva o exantemática se aplica a un grupo de infecciones caracterizadas por la erupción de la piel, la cual se puede presentar con fiebre, ya sea simultáneamente con el brote o unos días después de iniciado este.
Pueden ser virales, bacterianas o de tipo alérgica, y figuran entre las consultas más frecuentes que reciben los pediatras en el consultorio.
En general, aparecen en diferentes épocas del año, pero lo más habitual es que lo hagan en otoño y en primavera, por eso en esta época puede haber más casos.
Consultado al respecto por Infobae, el médico pediatra y presidente de la Subcomisión de Medios y Comunicación de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), Fernando Burgos (MN 81.759 / MP 110.391) comenzó a explicar que “las enfermedades eruptivas o exantemáticas se caracterizan por la aparición de erupciones o brotes en la piel, habitualmente de color rojizo, aunque también se pueden presentar en forma de pápulas”.
“En general, se trata de patologías que pueden atacar todo el cuerpo, pero que se manifiestan a través de la piel”, agregó la la médica pediatra Ángela Nakab (MN 68.722), secretaria de la Subcomisión de Medios y Comunicación de la SAP y jefa del Hospital de Día Polivalente del Hospital Elizalde, quien remarcó que “son enfermedades comunes de la infancia y cada una de ellas tiene diferentes maneras de presentarse, ya sea a través de los síntomas, períodos de contagio, y la evolución”.
Cuáles son las enfermedades eruptivas más comunes en los niños
Como se dijo, pueden ser virales, bacterianas o de tipo alérgica, y según Burgos “las enfermedades eruptivas más comunes son las virales”.
Y junto con su colega, enumeraron las más frecuentes:
1- Varicela
Es una enfermedad producida por el virus de la varicela zóster, que se presenta durante todo el año, aunque suele ser más frecuente a finales del invierno y durante la primavera. “Se transmite por contacto directo entre las lesiones de la piel y también a través de las gotitas de saliva que se expelen al hablar, toser o estornudar”, comenzó a explicar Nakab.
Sobre la erupción, detalló que “en general las lesiones tienen diferentes períodos y se las puede diferenciar porque empiezan con manchas rojas que se transforman en pequeñas ampollas llamadas vesículas y luego pasan al periodo de costra”. Aparecen tanto en el tronco, como en la cara y hasta en el cuero cabelludo, así como en brazos, piernas e incluso dentro de la boca.
“Las primeras manifestaciones son fiebre alta y decaimiento general, aunque la incubación transcurre sin síntomas durante dos o tres semanas”, agregó Burgos, y sumó: “El contagio se da por vía aérea, hasta el sexto o séptimo día del comienzo de la erupción, cuando por lo general las lesiones se transformaron en costras”.
2- Sarampión
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que se disemina rápida y fácilmente de persona a persona. Se manifiesta por fiebre y erupción de la piel, que según describió Burgos, “se caracteriza por un brote que deja espacios de piel sin erupción. Empieza detrás del cuello, de las orejas y se extiende por todo el tronco”.
El sarampión es una enfermedad viral que afecta principalmente a los niños, y en algunos casos puede presentar complicaciones. Como todo cuadro viral, no tiene tratamiento específico y el abordaje se limita a medidas de sostén para aliviar las molestias.
“Las primeras manifestaciones son tos, rinitis, conjuntivitis y fiebre -precisó el pediatra-. Unos días antes de la erupción puede aparecer una lesión característica en la boca llamada ‘lesión de Koplik’. La erupción comienza en el cuero cabelludo y atrás de las orejas y se extiende al tronco y las extremidades. Al cuarto día estas lesiones comienzan a desaparecer. El contagio es por las gotas de saliva expulsadas al hablar, toser o estornudar y se produce desde dos días antes de la erupción hasta cinco días después de la misma.
3- Rubéola
Es una enfermedad viral, que ocurre más seguido en niños. El virus es transmitido a través de las vías respiratorias, y los síntomas aparecen usualmente a las dos o tres semanas después de la exposición. En niños, la enfermedad es usualmente leve, con fiebres bajas, náuseas y erupciones transitorias.
Sobre cómo se presenta, Burgos detalló que “las primeras manifestaciones son fiebre no muy alta durante uno o dos días y aumento del tamaño de los ganglios ubicados detrás de las orejas y debajo de la nuca. La erupción comienza por la cara y se extiende al tronco y las extremidades en un día”. Se trata de manchas rojizas, redondas, pequeñas (de menos de cinco milímetros) y planas. El contagio es por vía oral (gotas de saliva) y sucede hasta siete días después de iniciada la erupción.
4- Quinta enfermedad
También es viral, en este caso es producida por un parvovirus. Afecta a niños de entre cuatro y diez años. “Predomina en la segunda mitad del invierno, primavera e inicio del verano -precisó Burgos-. La transmisión habitual es aérea, mediante secreciones respiratorias, y es contagiosa hasta la aparición del exantema”.
“Al octavo día del contagio, el niño puede presentar fiebre, decaimiento, cefalea, dolor en las articulaciones, dolor de garganta y a veces se observan algo rojas las conjuntivas -detalló sobre el cuadro-. Alrededor del día 17 o 18 comienza la segunda fase de la enfermedad, que es la más característica ya que se presenta con un brote exantemático, simétrico, macular o maculopapular, que se inicia en las mejillas, donde persiste uno o dos días, para ser seguido o acompañado por afectación de extremidades, nalgas y tronco, por una o dos semanas”.
Hasta un mes después se pueden seguir observando los cambios de coloración de la piel con los cambios de temperatura, exposición a la luz solar, ejercicio y el estrés. La enfermedad habitualmente es autolimitada y de curso benigno. No requiere tratamiento específico.
5- Sexta enfermedad
También llamada “exantema súbito”, es una enfermedad producida por un virus de la familia del herpes virus “y que se observa principalmente en primavera, a veces en otoño y es más común en los niños pequeños, entre seis y 18 meses”, precisó Nakab. Y tras agregar que “el contagio se produce a través de las gotitas de la saliva”, la pediatra señaló que “lo que se observa es que el niño está en muy buen estado general, pero empieza con temperatura alta -más de 38, 39 y hasta 40 grados- que puede durar de tres a cinco días, y después de eso se brotan”.
“Cuando empieza a bajar la temperatura, aparecen pequeñas lesiones rojizas como manchas que pueden extenderse en todo el cuerpo”, describió, al tiempo que aclaró que “cuando se las toca con el dedo desaparecen”. “No pican, y el brote puede durar de dos a cuatro días como máximo -apuntó-. No requiere ningún tipo de tratamiento”.
6- Enfermedad de manos, boca, pies
Es una infección viral frecuente causada por el coxsackie virus, que presenta ampollas pequeñas, rojas y dolorosas en boca, garganta, manos, pies y área de la cola. “Es frecuente en bebés y niños menores de cinco años, pero se puede tener a cualquier edad”, apuntó Nakab, quien destacó que “es más contagiosa durante la primera semana de la enfermedad, y la mayoría de los niños tiene síntomas leves durante siete a diez días”.
El contagio ocurre a través del contacto con manos no lavadas, saliva, mocos o el líquido de las ampollas. “Por lo general empieza con fiebre, dolor de garganta y goteo nasal, como es el caso del resfriado común -describió la pediatra-. Luego un sarpullido y ampollas pequeñas empiezan a aparecer en las siguientes partes del cuerpo, tales como la boca, la parte interior de las mejillas, las encías, a los lados de la lengua, en la parte superior de la boca, en los dedos, en las palmas de las manos, en las plantas de los pies, y en las nalgas”.
“Los síntomas son más intensos en los primeros días, pero por lo general desaparecen en una semana”, aseguró.
7- Escarlatina
A diferencia de las anteriores, “es una infección bacteriana causada por el estreptococos del grupo A”. Puede darse durante todo el año, pero es más común y más frecuente tanto en invierno como en primavera, “y en general afecta más a los niños entre los dos y los 15 años, aunque también la pueden pueden padecer los adultos”, explicó Nakab.
Su contagio, al igual que las anteriores enfermedades “ocurre por las gotitas de saliva que se expulsan al hablar, estornudar o toser y se presenta con pequeñas puntos rojos en toda la piel, acompañados por un aspecto áspero de la piel al tacto; se extiende por el cuello, las axilas y puede tomar el tronco también y muchas veces cursa con dolor de garganta”.
“Al ser una enfermedad bacteriana, en este caso, se trata con antibióticos”, aportó Burgos.
8- Sudamina
Se trata de una de las afecciones de la piel que se manifiestan con erupciones pero no son de origen infeccioso. Se presenta con lesiones muy comunes alrededor del cuello y es muy común en los bebés. Está directamente relacionado con el calor y “se manifiesta en forma de puntitos rojos que no tienen ninguna implicancia”, según Nakab. “No genera ninguna molestia, ni produce fiebre, así como tampoco es contagiosa”, agregó.
Cabe destacar que esta afección no infecciosa no siempre está relacionada con el verano. Simplemente con que el bebé pueda tener más calor de lo normal; puede aparecer de forma espontánea si está muy abrigado, y es debido a que su sistema de regulación del sudor es más inmaduros.
9- Alergias y urticarias
Otras afecciones no infecciosas de la piel que suelen aparecer en niños en verano son “de tipo alérgico”, según Burgos. “Estas están relacionadas a veces con la exposición al sol, lo que se conoce como eritema solar, o también puede haber alergias provocadas por picaduras de insecto, ya sea por mosquitos, hormigas, etc, al igual que el sólo contacto con el pasto o la arena en niños con pieles más sensibles puede causar erupciones”, agregó.
Según el pediatra, “lo más importante siempre que ante cualquier brote en la piel en forma práctica se estire la piel, y si al hacer esto el brote desaparece seguramente no es de urgencia, aunque siempre es recomendable consultar con el médico de cabecera”.
Medidas de sostén
Sobre el final, Nakab agregó que “en cualquiera de estos cuadros es muy importante dar confort al bebé o al niño a través de antitérmicos en el caso de que sea necesario y tratar de mantenerlos frescos y bien hidratados”.
“Es muy importante darles agua, sobre todo a los niños más pequeños -insistió-. En el caso de los que están amamantando con leche materna, nada impide que se alimenten con naturalidad”.
Y tras remarcar que “las enfermedades virales no tienen un tratamiento específico, pero sí son importantes las medidas de sostén”, la pediatra destacó que “en el caso de las bacterianas, que requieren antibióticos, siempre es importante la consulta pediátrica”.
La importancia de tener la vacunación al día
Como se vio, muchas de estas enfermedades se previenen mediante vacunas que en la Argentina están incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación. La vacuna que previene la varicela, por ejemplo, “se da la primera dosis a los 15 meses y la segunda dosis a los cinco años de edad”, recordó Nakab.
En tanto Burgos amplió: “El sarampión y la rubéola, además de las paperas que no es una enfermedad eruptiva, se previenen con la vacuna triple viral (SRP), cuya aplicación está prevista a los 12 meses y una segunda dosis a los cinco años”.
“Las enfermedades que previene la triple viral son enfermedades que por suerte los pediatras no vemos con frecuencia y eso se debe a las altas tasas de vacunación”, finalizó Nakab.
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