Un estudio del Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina analizó la situación actual en relación a la salud mental. ¿Cuáles son las principales dificultades en el acceso? “Conocer el impacto y las barreras vinculadas al acceso a servicios de salud mental es clave para identificar los desafíos”, expresó José Scioli, director del Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina
El Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina, espacio de investigación, conocimiento y sensibilización, presentó una nueva investigación que analiza las barreras que atraviesan las personas a la hora de acceder a los servicios de salud mental.
“Conocer el impacto y las barreras vinculadas al acceso a servicios de salud mental es clave para identificar los desafíos que enfrentan las personas. Con una perspectiva de investigar para la acción, desde el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina trabajamos con el objetivo de favorecer la comprensión de la problemática desde una perspectiva humanitaria”, destacó José Scioli, Director del Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina.
Barreras para el acceso a los servicios de salud mental
El informe da cuenta de la existencia de barreras económicas, personales, organizacionales, profesionales, sociales y culturales que pueden impedir e impiden el acceso de las personas a los servicios de salud mental. En esta línea, el 21% de las personas que identificaron barreras económicas las vinculó a la falta de dinero para abonar la consulta. Mientras que un 20% refirió a la imposibilidad de perder un día de trabajo para asistir.
Asimismo, un 39% de las personas encuestadas identificó como barrera organizacional la imposibilidad para conseguir una cita en el sistema público y obras sociales y, en caso de lograrlo, la lejanía de fechas para obtener el turno. En lo que respecta a cuestiones personales, la gran mayoría de las personas pensó que no era necesario realizar una consulta. Además, un 27% señaló que no creían poder ser ayudados/as por profesionales de la salud mental para mitigar la situación que atravesaban.
Dentro de las barreras sociales, un 48% manifestó haber buscado ayuda en familiares o amistades; mientras que, un 25% consideró que los servicios de salud mental están reservados para personas que atraviesan algún cuadro psiquiátrico. Asimismo, un 24% expresó miedo por que le dieran algún tratamiento, poniendo en evidencia la estigmatización que existe alrededor de la salud mental, el malestar psicológico, sus tratamientos y sus profesionales.
Malestar Psicológico
Una o varias experiencias consecutivas de mediana o alta perturbación emocional pueden afectar a la salud mental de las personas. Al respecto, de las personas encuestadas:
– El 36% vivió el fallecimiento de un ser querido.
– El 18% experimentó la separación con algún miembro del núcleo familiar
– El 15% transitó el diagnóstico de una enfermedad crónica
– El 11% atravesó por un divorcio o separación
Sin embargo, del total de personas que experimentó alguna de estas situaciones de perturbación emocional, sólo el 35% buscó ayuda profesional.
“Los datos obtenidos en la investigación reflejan que la problemática cuenta con distintas aristas, por lo que una respuesta con enfoque integral, interdisciplinario y diversificado puede ser la mejor alternativa para garantizar el correcto abordaje de la situación”, afirmó Scioli.
Datos de salud
En cuanto a la cobertura de salud, el perfil de las personas encuestadas se desagrega del siguiente modo:
– 46% afirmo tener cobertura de obra social
– 13% respondió que tiene una cobertura de salud privada
– 41% respondió que tiene una cobertura de salud publica exclusiva
Del total de personas encuestadas, alrededor de un 40% cuenta con enfermedades preexistentes. Entre las patologías que más afectan a esta población, es posible identificar la hipertensión arterial (21%) y la diabetes (14%).
De acuerdo a los datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo en el año 2030. Además, una de cada cuatro personas tendrá un trastorno mental a lo largo de su vida. Esta proyección se ve agravada dado que entre el 35% y el 50% de las personas con problemas de salud mental no reciben ningún tratamiento y quienes sí lo hacen, no reciben el tratamiento adecuado.
De modo coincidente, las tasas de trastornos tales como depresión y ansiedad aumentaron en un 25% durante el primer año de la pandemia de COVID-19. Para fomentar que se valore, promueva y proteja la salud mental, al tiempo que se prevengan los trastornos mentales, y que las personas con dichos trastornos puedan acceder a una atención de salud oportuna, es necesario mejorar la calidad y cantidad de los trabajos de investigación regional: fomentar una mayor cooperación entre instituciones, realizar investigaciones en diferentes contextos culturales y desarrollar métodos de caracterización de las disparidades en salud mental entre subpoblaciones en contextos de vulnerabilidad o poco representadas en los países.
En pos de identificar estrategias costo-efectivas y culturalmente apropiadas para abordar las necesidades y prioridades en materia de salud mental de forma situada, el monitoreo digital de redes sociales públicas en Argentina ha recabado información relevante sobre las búsquedas y temas de interés vinculados a salud mental.
Síntomas, trastornos y enfermedades encabezan los tópicos más mencionados, seguido por alternativas para el cuidado de la salud mental. Finalmente, para el correcto abordaje de la problemática de acceso a servicios de salud mental en Argentina, resulta imprescindible desarrollar estrategias integrales que contemplen tanto las barreras identificadas, como la situación de profesionales de la salud y los recursos con los que se cuenta para brindar atención, y también la percepción de la población sobre esta temática.
El Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina, es un Centro de Referencia de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) e integra el Consorcio de Investigación de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (RC3). Es un espacio de investigación para la acción. A través del conocimiento y la sensibilización, busca favorecer la comprensión y el abordaje de las distintas situaciones que emergen en la sociedad desde una perspectiva humanitaria.
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