- Bernd Debusmann Jr/Redacción
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Una larga estancia en prisión y onerosas multas.
A esto se enfrenta el militar sospechoso de filtrar documentos confidenciales de Estados Unidos, en caso de ser declarado culpable de participar en lo que el Pentágono ha calificado como una “muy grave” violación a la seguridad nacional. Así lo aseguraron expertos consultados por la BBC.
Los documentos difundidos incluyen información clasificada sobre la guerra entre Ucrania y Rusia, así como sobre China y aliados de EE.UU. como Israel, Corea del Sur y Canadá.
El 13 de abril, el misterio que rodeaba la identidad del filtrador parecía resuelto con el arresto de Jack Teixeira, un miembro de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts de 21 años.
Según el fiscal general estadounidense, Merrick Garland, Teixeira fue arrestado “sin incidentes” en el marco de la “investigación sobre la supuesta extracción, retención y transmisión no autorizada de información clasificada de defensa nacional“.
La filtración de los documentos, que según los funcionarios están en un formato similar al de los emitidos para los altos mandos, también provocó una revisión sobre la manera cómo en el Pentágono se comparten los archivos clasificados y quién tiene acceso a éstos.
El grupo que puede acceder a este material es relativamente pequeño, dijeron funcionarios militares.
Esto es lo que se sabe sobre la investigación y sus posibles consecuencias.
¿Cómo se encontró la fuente de la fuga?
Hasta ahora, los funcionarios estadounidenses se han mantenido silencio sobre la investigación y cómo identificaron a Teixeira como el responsable de la filtración.
La investigación, dijeron funcionarios, fue llevada a cabo por el Departamento de Justicia en coordinación con el Pentágono, la Casa Blanca, el Departamento de Estado y otras instituciones gubernamentales.
Steven Stransky, un abogado que anteriormente se desempeñó como asesor principal de la División de Leyes de Inteligencia del Departamento de Seguridad Nacional, le dijo a la BBC que los funcionarios revisarán los documentos y sus niveles de clasificación y tratarán de averiguar “cómo se sacó o filtró la información del área de Tecnología de la Información del Departamento de Defensa”.
“Eso implica tanto entrevistas e interrogatorios tradicionales, como los controles técnicos de seguridad que se implementaron para identificar si se enviaron o no correos electrónicos clasificados a personas que no deberían tener acceso a ellos”, agregó Stransky.
¿Qué se sabe de Jack Texeira?
El ciberespecialista detenido dirigía un grupo en línea privado llamado Thug Shaker Central, en la red social Discord, muy popular entre jugadores de videojuegos. Y en ella compartía publicaciones sobre videojuegos, Dios, armas, memes y también archivos secretos.
Texeira, a quien se le conocía como “OG” (por Original Guy, en inglés y que se podría traducir como el Primer Hombre) se graduó en 2020 de la escuela secundaria en su ciudad natal de North Dighton, Massachusetts, al noreste del país.
Un año antes, se alistó en la Guardia Nacional Aérea de su estado, que es una reserva de la Fuerza Aérea de los EE. UU., y se unió a la 102ª Ala de Inteligencia.
En julio pasado Teixeira fue ascendido al rango de Aerotécnico de Primera Clase, un puesto relativamente junior, y tenía su base en la Base de la Guardia Nacional Aérea de Otis en el oeste de Cape Cod, un pueblo costero conocido mundialmente por series televisivas como “La reportera del crimen” (“Se ha escrito un crimen”, en España).
De acuerdo con su hoja de servicio, su puesto era de oficial de Sistemas de Transporte Cibernético.
El sitio web oficial de la Fuerza Aérea señala que el personal asignado a los funcionarios a puestos como de Texeira son responsables de operar la red de comunicaciones de esta rama de la institución militar.
En el historial de Teixeira no figura que haya sido enviado a ninguna misión al extranjero y además da cuenta que proviene de una familia con tradición castrense.
El padrastro del detenido se retiró después de 34 años de servicio, según el diario Washington Post. Su último destino fue como sargento mayor de la unidad de Teixeira, el Ala de Inteligencia 102.
Por su parte, su madre trabajó en organizaciones sin fines de lucro enfocadas en veteranos, así como en el Departamento de Servicios para Veteranos de Massachusetts, según LinkedIn y registros públicos citados por medios de comunicación estadounidenses.
Thug Shaker Central, la sala en Discord que el detenido dirigía, incluía aproximadamente de 20 a 30 miembros, en su mayoría hombres jóvenes, de varios países.
Miembros de ese grupo entrevistados por medios estadounidense describieron a Teixeira como un entusiasta de las armas que siempre buscaba impresionarlos.
“Él era el hombre, el mito. Era la leyenda y todos respetaban a este tipo”, dijo uno de esos miembros al diario The New York Times.
¿Se acusará al detenido de espionaje?
Teixeira enfrenta cargos previstos en la Ley de Espionaje, un texto promulgado en 1917 que constituyó la base de condenas anteriores a espías y a quienes compartieron información clasificada con la prensa y el público.
Antes del arresto, Stransky dijo que si bien la Ley de Espionaje es “muy antigua y está desactualizada” ella “básicamente tipifica como delito la recopilación, divulgación o posible divulgación individual de información de defensa nacional”.
Sin embargo, precisó que aunque el término “información de defensa nacional” solo se define vagamente en la ley, en términos generales se refiere a cualquier información que “puede dañar a EE.UU. o ponernos en desventaja frente a otro país”.
La Ley de Espionaje se usa con poca frecuencia e históricamente se ha aplicado mayoritariamente contra los estadounidenses que espiaban para gobiernos extranjeros, como Julius y Ethel Rosenberg, quienes fueron ejecutados en 1953 después de ser declarados culpables de pasar secretos nucleares a la Unión Soviética.
No obstante, también se ha aplicado a denunciantes y personas que han filtrado información confidencial, incluida la fuente de Wikileaks, Chelsea Manning o el excontratista de la CIA, Edward Snowden; y contra Henry Kyle Frese, un empleado de la Agencia de Inteligencia de Defensa condenado por revelar información clasificada a dos reporteros en 2018 y 2019.
Cuando se aprobó originalmente la Ley de Espionaje, estipulaba sentencias de prisión de hasta 20 años y multas de hasta US$ 10.000 por cada cargo.
Las condenas de prisión y las multas aún son posibles y podrían sumarse rápidamente si Teixeira es condenado por múltiples delitos tipificados en el texto, sin importar si no tuvo la intención de dañar intencionalmente los intereses de los EE. UU.
“Ciertamente hay cargos penales que podrían atribuirse y también hay sanciones financieras”, dijo Stransky.
“Si el Departamento de Justicia persigue una violación penal de la Ley de Espionaje, lo más frecuente es que busque una sentencia de cárcel como una forma de disuadir este tipo de acciones futuras“, agregó.
Frese, por ejemplo, fue sentenciado a 30 meses de prisión, mientras que Chelsea Manning fue sentenciada originalmente a 35 años, de los cuales cumplió siete.
Anteriormente, en 1973, el filtrador de los Papeles del Pentágono, Daniel Ellsberg, enfrentó una posible sentencia de 115 años de prisión por cargos de robo y conspiración derivados de la publicación de un estudio secreto del Pentágono sobre la guerra de Vietnam.
¿Quiénes compartan los documentos serán procesados?
Según Stransky, la Ley de Espionaje no diferencia entre la fuente original de información, la plataforma en la que se filtró y si quienes la compartieron pertenecen o no al gobierno.
En otras palabras, legalmente hablando, cualquiera que difunda los documentos podría ser “igualmente responsable por violar la ley”, agregó el experto.
En la práctica, sin embargo, es poco probable que los destinatarios fuera del gobierno estadounidense sean acusados, ya que el enjuiciamiento de terceros que han recibido información clasificada plantea preocupaciones constitucionales.
El Departamento de Justicia rara vez ha optado por enjuiciar a los destinatarios, con la notable excepción de Julian Assange y dos miembros del personal del Comité israelo-estadounidense de Asuntos Públicos Estadounidense-Israelíes, Steven Rosen y Keith Weissman, quienes recibieron documentos clasificados de EE.UU. sobre Irán en 2003.
¿Cómo evitar nuevas filtraciones?
En 2011, bajo la administración de Barack Obama, se anunció la creación de un Grupo de Trabajo contra Amenazas Internas, el cual se encargaría de la protección de información clasificada del gobierno.
Como parte de la iniciativa, se exigió a las entidades federales que establecieran programas para garantizar que las filtraciones de datos, como Wikileaks y las revelaciones de Snowden, no volvieran a ocurrir. Esto incluía el control estricto de empleados, computadoras y redes clasificadas.
A raíz de esta filtración, Stransky dijo que el gobierno analizará detenidamente esos programas para ver qué mejoras se pueden realizar.
“Buscarán ver qué tipo de supervisión se realizó con el Grupo de Trabajo y cómo han estado cumpliendo con su mandato de hacer cumplir este tipo de restricciones”, dijo.
“Si esas actividades se están cumpliendo o no es algo que probablemente esté clasificado, y será interesante ver si ahora hay alguna supervisión del Congreso sobre cómo el Grupo de Trabajo ha estado implementando su mandato durante la última década”, agregó el experto.
Tras el arresto de Teixeira, Mike Turner, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, emitió un comunicado prometiendo “examinar por qué sucedió esto, por qué pasó desapercibido durante semanas y cómo prevenir futuras filtraciones”.
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