A través de sus abogados, el exjefe paramilitar le pedirá al órgano internacional no ser recluido en La Picota por considerarlo de alto riesgo
El excomandante paramilitar Salvatore Mancuso solicitará a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares urgentes ante la posibilidad de ser recluido en La Picota al ser deportado a Colombia. La deportación se efectuará el martes 27 de febrero, y llegará al país a las 3 de la tarde en un vuelo del servicio de inmigración de Estados Unidos, junto con otros ciudadanos deportados.
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La preocupación por el lugar de reclusión de Mancuso surge después de informaciones que indicaban como posibles destinos la penitenciaría La Picota en Bogotá o las instalaciones de la Dijín. Este movimiento de traslado sufre un breve retraso de un par de días respecto a la fecha inicialmente prevista, el 25 de febrero, debido a trámites internos, los cuales, según se informa, ya se han completado entre el gobierno de Colombia y Estados Unidos.
La preocupación de los cercanos a Mancuso radica en la evaluación de riesgo realizada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la cual determinó que el exlíder paramilitar se encuentra en un “riesgo extremo”. Con base en este estudio, se está buscando que el excomandante de las AUC sea reubicado en un establecimiento penitenciario que ofrezca mayores garantías para su seguridad personal.
La decisión de incluir a La Picota como lugar de reclusión para Mancuso llega tras su estadía en Estados Unidos, donde cumplió una pena por cargos relacionados con el narcotráfico. Las autoridades colombianas, al preparar su retorno, han tenido que sopesar diversas consideraciones en torno a su seguridad, dado su pasado como líder de uno de los grupos paramilitares más influyentes y violentos del país.
La situación de Mancuso, en particular, llama la atención sobre las medidas de seguridad y protección para aquellos que han desempeñado papeles cruciales en el conflicto armado colombiano, pero que ahora se encuentran en procesos de reintegración o detención.
Por qué proteger a Salvatore Mancuso
La importancia de garantizar la protección a Salvatore Mancuso una vez arribe a Colombia radica en su papel crucial dentro del proceso de paz y reconciliación. Mancuso fue una figura clave en la desmovilización y el desarme de este antiguo grupo paramilitar. Su colaboración, desde la perspectiva de sus abogados, ha sido fundamental en los esfuerzos por desentrañar la estructura de la violencia y el conflicto en el país, lo que justifica la atención y medidas especiales que se le deben proporcionar a su regreso.
Además, la implementación de los acuerdos de paz en Colombia, especialmente en lo referente a la justicia transicional, depende en gran medida de testimonios y aportaciones de personas como Mancuso. Su papel como testigo y partícipe en procesos judiciales es esencial para comprender la magnitud y profundidad de las atrocidades cometidas durante el prolongado conflicto armado en el país. La protección de Mancuso y otros actores similares es crítica no sólo para su seguridad personal, sino también para la consolidación de la paz en Colombia.
Mancuso y su pena en Estados Unidos
Mancuso cumplió condena en Estados Unidos por cargos relacionados con el narcotráfico. Su tiempo en prisión culminó recientemente, marcando el fin de una etapa en la justicia norteamericana que comenzó con su extradición en 2008. Durante sus años en una cárcel estadounidense, Mancuso fue responsabilizado por liderar una organización dedicada a la distribución de grandes cantidades de cocaína hacia Estados Unidos.
La extradición de Mancuso a Estados Unidos fue parte de un controvertido proceso en el que varios líderes de las AUC fueron enviados al país norteamericano bajo cargos principalmente de narcotráfico. Aunque inicialmente fueron juzgados por sus vínculos con actividades paramilitares y crímenes cometidos durante el conflicto armado en Colombia, su entrega a la justicia estadounidense se enfocó en sus actividades relacionadas con el tráfico de drogas. Esta situación generó un amplio debate sobre la justicia y la memoria de las víctimas del conflicto armado colombiano.
Las Autodefensas Unidas de Colombia jugaron un papel significativo en el conflicto armado del país, siendo responsables de numerosos crímenes contra la humanidad, incluidas masacres, asesinatos y desplazamientos forzados. Mancuso, como uno de sus máximos líderes, fue particularmente notorio por su papel en estas actividades. Sin embargo, su juicio y condena en Estados Unidos se centraron exclusivamente en el narcotráfico, dejando un sabor amargo entre aquellos que buscaban justicia por los crímenes de guerra y lesa humanidad.
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