Por Isbelia Farías López
Con el artista Dandy Román tuve contacto luego de una petición artística, en la cual le solicité que me retratase, colocando detrás a dos hombres significativos en mi vida y que ya hoy no están, pero cuyo legado y fuerza perduran en mi vida. La obra de Dandy superó mis expectativas, pues, realmente Román puede socavar en los rincones más profundos de cualquier alma.
A partir de allí, descubrí que Dandy Román se ha destacado en diversas facetas y que, con ahínco, a través de la pintura y la palabra ha transmitido la imperiosa necesidad de cuidar el medioambiente.
Además de ser artista plástico, es abogado, poeta, compositor y músico. Pero, antes de comenzar a hablar, Dandy Román ya pintaba y es ello lo que inspira el título de esta nota, pues, sus primeras formas de expresión fueron los dibujos. Por ello, antes de la palabra, fueron los trazos los que revelaron el talento de este consagrado artista.
Sus inicios no fueron fáciles. Fue su hermana mayor quien le dio a conocer los colores, un evento que despertó una pasión innata que estaba impresa en su alma; por ello, cuando era niño solía cumplir con sus deberes en la primera parte del cuaderno, pero las páginas finales estaban destinadas para sus dibujos.
A pesar de que no siempre contó con la aprobación de su entorno, quienes pensaban que el pequeño Dandy “dañaba los cuadernos” y debía ocupar las páginas con otros apuntes más “importantes”, como las matemáticas o las ciencias.
Sin embargo, el destino siempre confabuló a favor del futuro artista Dandy Román, quien goza hoy de reconocimiento internacional y que, desde pequeño, cursando el tercer grado tuvo la oportunidad de comenzar a concursar con sus dibujos, no sin antes pasar por el filtro de varios maestros que buscaban sofocar el fervor artista que habitaba en él, por medio de reproches.
Dandy Román finalmente llega a otro centro de estudios donde una maestra buscaba talentos para cantar o pintar y representar la escuela. Los amiguitos de Dandy, como todos los pequeños observadores, se habían percatado de que el “chico nuevo” pintaba, así que, al ser delatado por sus amiguitos, Dandy pudo dibujar, sin ser censurado. Luego de varios días, Dandy escuchó, delante de todos: “De todos los estudiantes, en los tres horarios, tenemos al representante de nuestra escuela, el alumno Dandy Román”.
Más adelante, el día de un concurso de mayor envergadura llegó y, entre todas las escuelas, Dandy debía representar a la suya, solo llevaba consigo un lápiz un sacapuntas, un borrador y una pequeña cartulina.
Entre una innumerable cantidad de participantes, Dandy no llevaba colores: no los tenía. Un maestro le compró una cajita barata de 6 colores y le dijo “aquí están, estos son tus materiales”. El tema central era la Navidad que, según le explicó su maestra, significaba “nacimiento”, esto fue lo que él pintó y entre todas las obras, la suya fue seleccionada entre las mejores. El deseo de pintar también le hizo ganador en su primer concurso en toda la ciudad.
Con el transcurrir de los años, el arte se continuó manifestando a través de la composición, la música y la poesía. Con anterioridad, Dandy preparaba las lonas y murales que servían como fondo para las fotografías profesionales, ya que para ese momento no existían las bondades tecnológicas de la actualidad y él necesitaba sobrevivir.
A nivel universitario, Dandy siguió participando en concursos de pintura y tuvo la oportunidad de participar a nivel regional y nacional.
Algunas de sus obras se encuentran en la Universidad Eloy Alfaro de El Carmen, en el salón de artes de la Universidad Eloy Alfaro de Manta, en el museo Noboa Naranjo de la ciudad de Guayaquil, en el salón de arte de la Universidad Tecnológica Equinoccial de Quito y Fundación Guayasamín. Con el transcurrir del tiempo, indagó sobre las técnicas de pinturas y probó con diferentes texturas para plasmar sus obras.
Inercia fue otro de los concursos en los que Dandy participó, pero pensó que no tendría oportunidad porque se encontraba solo, acompañado de su esposa y sin un público que lo reconociera, no obstante, para su sorpresa, fue el mismo público el que le hizo ganador, con el primer lugar.
Actualmente, reside en Nueva York, en donde ha estudiado actuación, locución, cine y televisión. Sus obras reflejan el tema del calentamiento global, problemas ambientales y la necesidad de la consciencia por construir un mejor planeta en el que todos puedan habitar en fraternidad.
Dandy también tuvo la oportunidad de expresar su sentir mediante las palabras y enfatizar la importancia de cuidar del medioambiente en la antología CANTO PLANETARIO: HERMANDAD EN LA TIERRA, Volumen I, compilación de Carlos Javier Jarquín, (H.C EDITORES, Amazon.com, 2023).
La autora es escritora y columnista venezolana.