La denuncia puso en entredicho la gestión y supervisión de la Universidad Nacional en la asignación de salarios para su planta docente y el uso de los recursos
Una nueva denuncia sacudió los cimientos de la Universidad Nacional de Colombia, esta vez protagonizada por el renombrado científico Manuel Elkin Patarroyo.
Según revelaciones de la revista Raya, Patarroyo estaría percibiendo un salario mensual superior a los 48 millones de pesos, a pesar de no haber dictado clases en más de veinte años.
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La investigación de este medio de comunicación expuso que, pese a figurar en la nómina de la institución universitaria como maestro de tiempo completo en la facultad de Medicina, Patarroyo ha delegado sus responsabilidades académicas en labores administrativas e investigativas, centradas en su rol como director de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia.
Esta situación, según la denuncia, contraviene el propósito principal de su nombramiento, el cual debería ser la enseñanza y formación de nuevos profesionales en su área.
En la tabla de salarios de los docentes que más dinero perciben por su salario, el científico Manuel Elkin Patarroyo aparece en el quinto lugar con $49.385.476 más una bonificación de $913.155. Sin embargo, Patarroyo no es el docente con dedicación exclusiva de la Universidad Nacional que gana una alta suma de dinero puesto que por encima de él en el listado aparecen sueldos de hasta $65.028.102 más una bonificación de $1.202.393.
Sin embargo, el escándalo no se detiene ahí. El medio de comunicación también reveló algunas acusaciones de maltrato y tráfico de animales para experimentación en la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia, dirigida por Patarroyo.
La senadora Andrea Padilla ha sido una de las voces más críticas al respecto, argumentando que se han perpetrado abusos contra miles de primates en nombre de la investigación científica.
Las acusaciones contra Patarroyo y su fundación no solo ponen en entredicho la integridad ética del científico, sino también la gestión y supervisión de la Universidad Nacional respecto al uso de sus recursos y la asignación de salarios.
El debate sobre la efectividad de los proyectos liderados por Patarroyo, como la vacuna SPf66 contra la malaria, se suma a la controversia, pues hasta el momento no ha demostrado ser efectiva.
El paro indefinido en la Universidad Nacional de Colombia destapó una serie de denuncias sobre salarios exorbitantes de algunos docentes, generando indignación entre la comunidad estudiantil y la opinión pública en general.
Así mismo la investigación llevada a cabo por la revista RAYA, reveló que un reducido grupo de profesores, entre los que se encuentra el reconocido científico Manuel Elkin Patarroyo, reciben salarios mensuales que superan los 60 millones de pesos, a pesar de que algunos de ellos, como Patarroyo, aparentemente no han dictado clases desde hace un buen tiempo.
Aunque varios de los docentes están registrados como profesores de tiempo completo en diferentes facultades, su labor académica se limita a labores administrativas e investigativas al interior de la institución.
Estos hallazgos generaron una ola de críticas hacia la gestión administrativa de la universidad, especialmente en medio de la polémica elección de Ismael Peña como rector de la institución, en la que se señala la posible influencia de estos mismos profesores.
Los documentos puestos en conocimiento de la opinión pública muestran tablas detalladas de viáticos, Servicios Académicos Remunerados (SAR) y los 100 docentes con los salarios más altos en la Universidad, lo que ha permitido visibilizar la disparidad salarial y las posibles irregularidades en la asignación de recursos dentro de la institución.
Ante estas revelaciones, se espera una respuesta contundente por parte de las autoridades universitarias y que se tomen medidas para tener una mayor transparencia en la asignación de salarios y beneficios para el cuerpo docente, en aras de garantizar una educación de calidad y equitativa para todos los estudiantes.
INFOBAE