Por: Ricardo Tribin Acosta
El primer paso relacionado con algo en lo que nos empeñemos debe ser dado con decisión, ya que todo en la vida tiene un comienzo. De ahí que planear y planear sin poner en ejecución lo que hemos proyectado será como querer comer unos huevos sin disponer de la cacerola o la sartén para freírlos, como tampoco la olla para pasarlos por agua.
Entonces en la vida necesitamos la decisión y el valor para emprender algo, pues de lo contrario estaremos navegando sin la determinación ni el norte de ir por determinada ruta. La acción es a veces estancada por el miedo al fracaso o al riesgo en sí de emprender algo y entonces convendrá recordar aquello de que “quien no arriesga un huevo no saca un pollo “.
Empecemos algo y lo cual previo a ser analizado con madurez e inteligencia implica que lo hagamos ya para evitar así que el postergar o procrastinar nos prive del avance que la acción representa. En consecuencia, escojamos, para el desarrollo de nuestros diversos emprendimientos y tareas, una palabra bien clave: ¡¡¡acción!!!