El mandatario colombiano señaló que sacrificó las mayorías parlamentarias por un diálogo franco con la sociedad, pese a que le puede costar más aprobar las reformas en el Congreso
El gobierno de Gustavo Petro inició un nuevo periodo después del Primero de Mayo. Ese día posesionó a los siete nuevos ministros tras el remezón que le dio a su gabinete y dejó en claro en un discurso desde la Plaza de Armas que se centrará en el apoyo popular a sus reformas, luego de que el político no le diera resultados.
El mandatario, durante su visita oficial a España, también confirmó que el cambio de ministros generará una nueva posición del Gobierno nacional. Esto, debido a que las razones que entregó es que la coalición que conformó no funcionó como esperaba.
“Yo no hice un Gobierno de mis propias fuerzas. Busqué una especie de Gobierno de coalición, intentando precisamente tener una mayoría parlamentaria sólida. El proceso no llegó hacia allá”, señaló el presidente colombiano en entrevista con el diario El País.
Petro había llegado conformó el gobierno con partidos tradicionales que, pese a que no lo acompañaron en campaña, se declararon a su favor en el Congreso, como el Conservador y La U. Estos recibieron cargos para algunos de sus miembros y apoyaron los proyectos de ley, hasta que se presentó la reforma a la salud, de la que se distanciaron.
“Por una parte, porque los partidos que deberían estar apoyando la reforma dejaron de hacerlo. No entendieron qué era estar dentro del Gobierno”, señaló el mandatario. La reforma a la salud se aplazó en sus debates y cuando por fin se presentó el informe de ponencia, la votación estuvo a punto de archivarla. Se salvó por un voto.
Tras esa decisión, el mandatario decidió dar por terminada la coalición y pocos días después dio el remezón a su gabinete. En él nombró a personas que conoce y con las que ha trabajado desde hace más de una década, así como le entregó carteras a personas que tenían cargos administrativos de menor relevancia.
La razón de ese cambio, además del rompimiento de la coalición, se dio por fidelidad. “Por otra parte, algunas de las personas que convoqué al Gobierno, en lugar de plantear un diálogo serio, se dedicaron a hacer trampas”, señaló el mandatario al principal diario español.
Uno de los primeros que salió del Gobierno nacional fue Alejandro Gaviria, a quien se le dio como razón de su despido que se había perdido la confianza, y era uno de los mayores críticos de la reforma a la salud. José Antonio Ocampo y Cecilia López participaron en un informe que cuestionaba el costo y la viabilidad jurídica del texto y salieron en el segundo remezón.
Sin embargo, las diferencias del mandatario con estos tres miembros de su primer gabinete se acumularon con otros hechos que habrían contribuido a su salida. Por ejemplo, a López le reclamó no haber logrado agilizar la compra de tierras con un artículo del PND. Así mismo, según dijo a Ocampo, la elección de l gerente de la Federación Nacional de Cafeteros no se cumplió como esperaba porque los comités terminaron por elegir a un candidato diferente al que tenía el apoyo del gobierno y que había sido incluso crítico de Petro en el pasado.
Tras los cambios en su gabinete, Petro aseguró que “ahora el Gobierno es más homogéneo, más de las fuerzas que ganaron las elecciones, pues atribuye su éxito a la movilización social. El mandatario reconoció que ahora no contará con amplias mayorías para aprobar las leyes en el Congreso y se queda, aún con más curules, pero una débil bancada parlamentaria en comparación a la aplanadora con la que había iniciado.
Sin embargo, sostuvo que su Gobierno “quizás tendrá una posibilidad de diálogo franco con la sociedad” a la que se dirige ahora para lograr el cambio.
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