¿Cómo cuentas hasta 10 con los dedos? ¿Empiezas con el pulgar o el dedo índice? ¿Mano izquierda o derecha?
La dactilonomía (contar con las manos) parece algo natural y obvio.
Después de todo, no es casualidad que tengamos 10 dedos en nuestras manos y que los sistemas numéricos más comunes tengan 10 dígitos.
Si hubiéramos evolucionado con 8 o 12 dedos, probablemente predominarían sistemas numéricos distintos.
De hecho, la palabra “dígito” en referencia a los números proviene del latín digitus, que significa dedo de la mano o del pie, debido a la forma en que los usamos para contar.
Pero esto quiere decir que todos contemos de la misma manera: resulta que en el mundo hay formas muy diversas de hacer algo tan sencillo e intuitivo.
Por ejemplo, si eres de Reino Unido o de muchas partes de Europa, probablemente empiezas a contar con el pulgar izquierdo y terminas con el meñique. Pero si eres de EE.UU. o Canadá quizás comiences con el dedo índice y termines con el pulgar.
En partes de Medio Oriente como Irán, comienzan con el dedo meñique, mientras que en Japón comienzan con los dedos extendidos en una palma abierta, y los van cerrando hasta llegar a un puño.
En algunos lugares del este de África como Tanzania, entre los hablantes de algunos idiomas bantúes, la simetría es muy importante culturalmente.
Es por eso que al contar usan ambas manos para representar los números tan simétricamente como sea posible: el número 6, por ejemplo, se muestra con los dedos índice, medio y anular de ambas manos.
A pesar de las diferencias, todas estas son variaciones en el mismo sistema básico: por cada nuevo número, añades un nuevo dedo.
Es lo que los investigadores llaman sistema lineal, una forma de contar con los dedos que por mucho tiempo a muchos de ellos les pareció tan innata o universal, que la supusieron única.
“Esos investigadores asumieron que los niños básicamente contaban con los dedos -particularmente en la forma en que lo hacemos en Occidente- , como una herramienta esencial para comprender el concepto de número y para aprender a contar”, le dijo a la BBC Andrea Bender, profesora de Cognición, Cultura y Lenguaje en la Universidad de Bergen, en Noruega.
“Siempre me preguntaba si eso es realmente cierto, si realmente había solo una forma de contar, y lo que encontré fue asombroso“.
Más de 1 dimensión
El pueblo indígena Pame del norte de México, cuenta con los nudillos del puño exceptuando los de los pulgares, así que ambas manos les sirven para contar hasta 8; los parlantes del idioma Yuki (ahora extinto) en California usaban los espacios entre los dedos.
En India, por ejemplo, se supera la gran limitación de los métodos anteriores -quedarse sin dedos para contar- contando las líneas de los dedos.
Eso te da cuatro números por dedo y 20 por mano.
Ahora, ese sigue siendo un sistema lineal, descrito como unidimensional por los expertos. Pero también hay bidimensionales.
En la misma India, en el estado de Maharashtra, los mercaderes usan la mano izquierda para contar hasta 5, y con la derecha van registrando cuántos conjuntos de 5 se han contado. Así que esos dedos diestros representan una dimensión diferente: múltiplos de 5.
Combinar ambos métodos -el de las líneas de los dedos y el bidimensional- permite contar 20 conjuntos de 20 o hasta 400.
Y hay una tercera categoría de conteo de dedos muy interesante: la simbólica.
En China, cuentan del 1 al 5 igual que en EE.UU., pero después del seis siguen contando con la misma mano, y en lugar de usar cantidades para representar números, usan símbolos.
El 6, por ejemplo, se muestra extendiendo el pulgar y el meñique, mientras que 10, con un puño cerrado o cruzando los dedos índice y medio.
Y los antiguos romanos también usaban un sistema simbólico ingenioso (aunque difícil de dominar) que les permitía contar hasta los miles.
Tres dedos de la mano izquierda se usaban para contar unidades y con el pulgar y el índice se hacían diferentes formas para representar los múltiplos de 10. Agregar la mano derecha permitía ir contando los cientos y miles de la misma manera. Así que así esto que ven abajo sería el número 1597:
Como ves, contar con los dedos tiene una importante dimensión cultural; aunque se siente como algo natural, es un comportamiento que aprendemos de niños, no algo que hacemos instintivamente.
Según Bender, los investigadores apenas han arañado la superficie de esa gran diversidad, “y aún no tenemos idea de cuán grandes pueden ser las diferencias en realidad”.
Científicos cognitivos como ella están comenzando a demostrar que aún queda mucho por descubrir sobre la relación entre el gesto y el aprendizaje de idiomas.
“Lo que me parece extremadamente emocionante es descubrir qué implicaciones cognitivas o qué consecuencias tienen estas diferencias; cómo aprenden a contar los niños que crecen en diferentes contextos y tienen sistemas distintos de conteo con los dedos”.
Y no sólo los niños, reflexiona Bender.
“Piensa que en algún momento, probablemente hace cientos de miles de años, nuestros antepasados comenzaron a contar y desarrollaron diferentes sistemas de conteo… ¿qué papel jugaron los dedos?”.
Contar con los dedos no solo puede revelar de qué parte del mundo vienes, sino que también arrojar luz sobre cómo aprendimos a entender el concepto de número, como niños e incluso como especie.
Eso que parece tan fácil en realidad no es tan simple.
* Este artículo es una adaptación del artículo “How the way you count reveals more than you think”de BBC Future y del video de BBC Reel “How the way you count reveals where you’re from“.
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