Después del anuncio del acuerdo anunciado entre el Gobierno nacional y el Estado Mayor Central, esta es la radiografía de los principales frentes de las disidencias de las Farc en el país
A pesar de los esfuerzos del Gobierno nacional por acabar con la violencia en el país y que llevó a que en las últimas horas se llegara a un acuerdo de negociación con el Estado Mayor Central (EMC), se ha confirmado que en el último año las disidencias de las Farc han fortalecido sus tropas y extendido su acción guerrillera en, por lo menos, nueve departamentos del país.
De hecho, desde septiembre de 2022 tanto el EMC como la Segunda Marquetalia, dos de las disidencias más importantes del país, han creado seis frentes guerrilleros, que han impartido violencia en diferentes municipios y zonas veredales.
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Además, el reclutamiento continuo de jóvenes para fortalecer sus tropas y su constante lucha por incrementar su patrimonio ilegal a través de la venta de drogas ponen en duda sus verdaderas intenciones de acceder a la paz total, que se ha convertido en la insignia del Gobierno nacional. Sin embargo, el acuerdo para establecer una mesa de diálogos es un avance que desde la Oficina del Alto Comisionado de Paz destacaron para alcanzarla a pesar de las fibras entregadas por las autoridades.
Y es que, según datos entregados por la Policía Nacional, Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General de la Nación, desde la posesión de Gustavo Petro como presidente de la República en agosto de 2022, el Estado Mayor Central ha logrado establecer dos frentes en el territorio nacional, además de alianzas entre los dos frentes que surgieron en cabeza de alias ‘Iván Mordisco’.
De hecho, el EMC inició con los frentes 18 y 36 y, según información publicada por El Colombiano, en los últimos doce meses lograron conformar los frentes No. 4 (con injerencia en varios municipios de Bolívar) y 58 (con presencia en Antioquia), además de una alianza entre los grupos iniciales para dar paso a ‘comisiones mixtas’.
En cuanto al subgrupo con presencia en el sur de Bolívar, se habla que resurgió luego de que se enviara una comisión del frente 36 a tomar posesión del territorio que quedó abandonado después de la guerra sangrienta que desestabilizó al clan del Golfo y a los Caparros en esa zona, y ha ganado reconocimiento en el país por ser orquestador de secuestros y torturas.
Incluso, el pasado 20 de agosto se conoció del plagio de cuatro personas en el municipio de Cantagallo, y el posterior asesinato de uno de ellos identificado como Marcos Jiménez Bohórquez, integrante de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Poza. Asimismo, fueron noticia semanas antes por la liberación de dos mujeres, que fueron entregadas al Comité Internacional de la Cruz Roja.
Por su parte, el frente 58 es la última novedad del EMC y se cree que tiene una misión netamente narcotraficante, además de amenazar con ejercer control social en el municipio de Briceño (Antioquia), como lo han revelado varios panfletos que emiten una especie de manual de comportamiento para la población.
“Ellos están en San Pedro de Urabá y Valencia (Córdoba), explotando el estupefaciente que se cultiva y produce en inmediaciones de la represa de Urrá, en Tierralta”, señaló una fuente informada para El Colombiano.
Lo que genera curiosidad de esta subestructura, es que se encuentra en zona con fuerte presencia y control del clan del Golfo, por lo que las autoridades presumen que existe una especie de alianza o pago de tributos económicos a ese grupo armado ilegal.
Pero el Estado Mayor Central no es el único que ha logrado extender su actuar delictivo por varias zonas del país. De hecho, se tiene conocimiento que, desde agosto de 2022, la Segunda Marquetalia, liderada por Iván Márquez, ha logrado fortalecer cuatro frentes nuevos en Colombia, a pesar de tener su comando central en el vecino país de Venezuela.
Se trata de los frentes No. 1, 12 y 53, que tienen injerencia en Guaviare, Meta, Cundinamarca y Santander. Además, esta disidencia logró adherir a sus filas a los ‘Comandos de Frontera’, que se asientan en el Putumayo.
En cuanto a este último grupo que se compone de disidentes, paramilitares y de algunas bracrim, se cree que tienen como misión disputarse el control de territorio con el frente Carolina Ramírez del EMC, además de fortalecer las economías ilícitas de la Segunda Marquetalia.
Según concuerdan investigadores y expertos, la creación de estos nuevos subgrupos carecen de completa ideología, y se supone que su formación se dio como un mecanismo para mantener recursos que permitan su sostenimiento en combate a través del narcotráfico.
INFOBAE